El cuadro blanco no suele ser especialmente amigo del primer periodo de traspasos del año. Pero en 2023 se dan una serie de condiciones que podrían hacer cambiar algunos planes. Y movimientos parece que habrá, otra cosa ya será conocer de qué índole pueden ser los mismos.
Mientras el FC Barcelona anunciaba por medio de su presidente, hace semanas, sus intenciones de reforzarse en el mercado de invierno; el Real Madrid no parece tenerlo tan claro. Vivo en todas las competiciones y con una plantilla campeona, solamente pocos factores podrían acelerar algún refuerzo importante en el primer mes de 2023.
La oportunidad de fichar a alguna de las estrellas del Mundial de forma inmediata, alguna lesión o también alguna salida inesperada en zonas con pocos efectivos como puede ser el ataque. Pero se antoja complicado que haya llegadas de nivel. Aunque sí parece claro que aprovechará el combinado de Chamartín ese periodo de traspasos para cerrar otros movimientos.
Las salidas pueden ser clave
Pero no todo se centra en las posibles llegadas. El conjunto merengue puede igualmente cerrar unas cuantas salidas de jugadores en ese mercado invernal. Álvaro Odriozola o Mariano Díaz siguen siendo grandes candidatos. El primero está inédito este curso y el segundo acaba contrato en junio, como otros jugadores de quienes no se plantea prescindir.
Por otra parte ha sonado también la posibilidad de cambiar la cesión de Antonio Blanco, actualmente en el Cádiz, para que pueda tener minutos en otro destino. Y todo esto como siempre pendiente de más movimientos que pueden ser inesperados dependiendo de las circunstancias que se produzcan pero que no se pueden apenas prever.
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