El nuevo inversor del Manchester United, el empresario Sir Jim Ratcliffe, está decidido a reforzar concienzudamente la plantilla. Eso sí, el dirigente tiene claro que, antes de tirar de talonario, el club deberá dar salida a numerosos jugadores.
Desde que Sir Jim Ratcliffe se hizo con el 25 por ciento de las acciones del Manchester United, los medios han especulado con el deseo del empresario de invertir una importante cantidad de dinero en la reconstrucción de una plantilla que sigue sin ofrecer el rendimiento deseado.
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Según cuenta ahora ESPN, el multimillonario está decidido a tirar de talonario, pero tiene claro que, para poder moverse con libertad y evitar sanciones derivadas del incumplimiento de las normas de Fair Play Financiero, el club debe antes desprenderse de un buen número de futbolistas a los que ya no se considera indispensables de cara al futuro.
Multitud de nombres
La lista de víctimas de la drástica operación salida que anhela el directivo da cabida a futbolistas que, no hace tanto, parecían destinados a convertirse en líderes del equipo: el danés Christian Eriksen, el galo Raphaël Varane, el brasileño Casemiro, el escocés Scott McTominay, los ingleses Harry Maguire y Aaron Wan-Bissaka o el sueco Victor Lindelöf.
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Además, la entidad de Old Trafford escuchará ofertas por la mayoría de sus cedidos, entre los que se encuentran los británicos Jadon Sancho y Brandon Williams, el neerlandés Donny van de Beek y el argentino Facundo Pellistri. Igualmente, se da por hecho que el delantero francés Anthony Martial abandonará el equipo el 30 de junio, fecha en la que expira su contrato.
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