El francés ha pasado de fichaje estrella del pasado verano a tener un rol residual. Segunda suplencia consecutiva anoche ante sus ex del Atlético de Madrid, partido en el que apenas participó.
Es cierto que su rendimiento en el terreno de juego no ha sido muchas veces el esperado y que en ningún momento de la temporada el Tridente ha podido funcionar. En el FC Barcelona soñaban con reeditar esa sociedad de hace cinco cursos con Neymar, Luis Suárez y Lionel Messi. Pero Antoine Griezmann no ha mezclado nunca con ellos.
Más allá de polémicas sobre la demora de un curso por su fichaje (estaba cerrado en 2018), o la relación entre ellos fuera del campo, el caso es que el delantero nunca ha sido determinante. Lo ha intentado, en cada encuentro se ha esmerado en defender y en realizar muchos desmarques, en buscar a sus socios, en ocupar sus huecos cuando no estaban (por ejemplo en la lesión de Luis Suárez). Pero no ha sido posible.
La decisión de Quique Setién
Anoche Quique Setién apenas le dio el descuento, en un partido clave para La Liga y ante sus ex del Atlético de Madrid. Un duelo complicado que acabó en tablas, y es curioso que para deshacer la igualada prefiriese primero a Ansu Fati y antes a Riqui Puig en el campo con cuatro centrocampistas. El entrenador cántabro renunció al 4-3-3 y su decisión sobre el galo traerá cola.
De hecho muchos medios hablan hoy de ello, con rumores que empiezan a asomar, como el que firma AS de un posible ofrecimiento al PSG para el retorno de Neymar. Aunque habrá que esperar a final de temporada porque el galo no quiere moverse y el futuro de muchos sigue siendo incierto en Can Barça.
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