El mediocentro francés ha sido uno de los nombres propios del cuadro blanco en este invierno que ya acaba. Hasta el punto de haberse convertido en un fijo para Carlo Ancelotti durante las últimas semanas.
“A Eduardo lo puse ahí porque en este parón de selecciones lo considero lateral izquierdo. Evidentemente, como otros jugadores, tiene una polivalencia interesante, pero en este parón me lleva a tener más garantías en esta posición. No se sorprenderá, ya he tenido conversaciones con él antes y últimamente hablamos sobre su utilización en la selección francesa en esta demarcación”.
Hablaba así en las últimas horas el seleccionador nacional de Francia, Didier Deschamps, para explicar la convocatoria de Eduardo Camavinga para esta ventana de selecciones. Donde el jugador del Real Madrid era incluido como lateral zurdo, posición donde actuara en el Mundial y también en las últimas semanas en el cuadro blanco en varias ocasiones.
Un claro paso al frente
Pero anoche ante el Liverpool el galo era como sabemos titular actuando como mediocentro defensivo. Posición en la que ha sido clave en los dos encuentros de la eliminatoria, desplegando su gran físico, calidad técnica, criterio para iniciar el juego ofensivo y su visión de juego. Confirmando en ese partido del miércoles que ha logrado desbancar a su compatriota Aurélien Tchouaméni.
En total ha sido titular en 25 de 41 partidos esta temporada. Pero nadie lo mueve del once desde hace semanas. A sus 20 años parece haber dado ese último paso que le faltaba para pasar de ser un revulsivo a un jugador esencial e imprescindible para el campeón de Europa. Un gran paso al frente el que ha dado este jugador hasta asentarse como un fijo para Carlo Ancelotti.
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