Los spurs retuvieron a su gran estrella y se dejaron nada menos que 50 M€ en la Liga española. El proyecto se pone a prueba en una temporada sumamente exigente.
Cuando comenzaba el mercado estival, en el Tottenham tenían claro que el gran objetivo era mantener a su gran estrella. Harry Kane daba durante la Eurocopa y por primera vez en su carrera deportiva, serios avisos de que estaba dispuesto a cambiar de aires y el Manchester City intentando en este caso su fichaje lanzándose de lleno a por todas.
Y es que la escuadra londinense lo impedía por todos los medios. Daniel Levy hizo valer su fama de duro negociador y en el final del mes de agosto confirmaba el delantero de 28 años su continuidad. Tiene contrato hasta 2024 pero para convencerlo, además de otra renovación ala vista, los spurs deberán conseguirle de nuevo un buen proyecto.
Un mercado discreto
La llegada de Nuno Espirito Santo al banquillo supone un punto de inflexión, una nueva era que comienza con algunas incógnitas por resolver. Y mientras tanto en la entidad londinense invertían casi 67 M€ en fichajes, de los cuales 50 M€ se repartieron a partes iguales entre dos jugadores de la Liga: Bryan Gil y Emerson Royal. Además se fichó al cotizado central Cristian Romero, que llegó cedido pero cuya compra se hará efectiva en 2022, y al pivote Pape Sarr.
En las salidas, entre Juan Foyth, Joe Hart, Toby Alderweireld y Moussa Sissoko dejaron más de 32 M€ para compensar las inversiones del verano en parte. Además se marchaba gratis un Erik Lamela que ha comenzado la temporada con buen pie en el conjunto británico.
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