La AS Roma se acerca a la final de la Europa League tras superar por la mínima a un Bayer Leverkusen que arrancó el partido con brío, pero que acabó sucumbiendo a la mayor intensidad del cuadro italiano. El joven Edoardo Bove fue el autor del tanto que decantó la balanza del particular duelo entre José Mourinho y Xabi Alonso.
"Tiene la calidad que debe tener un 'metrónomo’. Estoy seguro que cuando cuelgue las botas será un gran entrenador si quiere. Me recuerda a Pep Guardiola cuando lo tuve de jugador. Ya ejercía de entrenador en el campo". Allá por 2010, el portugués José Moruinho vaticinó que Xabi Alonso se convertiría en una gran entrenador. Trece años después, casualidades de la vida, el de Setúbal ha tenido la oportunidad de comprobarlo en directo.
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Tras avanzar con paso firme en las rondas previas, la AS Roma de Mou y el Bayer Leverkusen de Alonso se veían hoy las caras en duelo correspondiente a la ida de semifinales de la Europa League. El alumno contra uno de sus maestros. "José es uno de los mejores entrenadores que he tenido. Me marcó su lectura de los partidos y su capacidad de reacción cuando la ocasión lo exige", reconoció también en su momento el guipuzcoano.
El partido arrancó con un 04 valiente. De hecho, mientras en el Olímpico aún resonaban los ecos de la fiesta en la que se habían convertido los prolegómenos, Robert Andrich estuvo a punto de silenciar la grada con un remate casi a bocajarro que, por falta de precisión, acabó en las manos de Rui Patricio. Poco después, en el 6, fue el prometedor Florian Wirtz quien dispuso de otra ocasión bien clara, pero su remate se marchó fuera por poco.
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Digeridos ambos sustos, los locales dieron al fin un paso el frente y comenzaron a acercarse a los dominios de un Lukas Hradecky que, superado el 18, tuvo que tirar de reflejos para alejar de las mallas un cabezazo cercano de Roger Ibáñez. El poderoso remate del brasileño fue la mejor ocasión de un cuadro italiano que siguió insistiendo, pero que no encontró la forma de superar a un bien posicionado conjunto visitante.
Edoardo Bove dicta sentencia
El paso por vestuarios nos devolvió a una Roma aún más intensa. Aunque en los primeros minutos de la reanudación, el partido se atascó por las protestas, los rifirrafes y las tarjetas, bastó un momento de cierta distensión para que el joven Edoardo Bove aprovechase un pequeño desajuste del cuadro germano para plantarse en el área rival y firmar, tras un primer rechace de Hradecky a disparo de Tammy Abraham, el 1-0 (minuto 62).
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Como cabía esperar, el Leverkusen trató de reaccionar lo antes posible. Alonso comenzó a introducir cambios con el objetivo de ganar presencia ofensiva y mordiente, pero sus futbolistas sufrieron más de la cuenta para inquietar a un combinado romano que, también como podía intuirse, aceptó con gusto la idea de ceder la posesión, defender cerca de su área y esperar su oportunidad para salir a la contra.
Ya en la recta final, los visitantes gozaron al fin de la ocasión que tanto anhelaban. Una mala salida de Rui Patricio dejó un balón franco a los pies de Jeremie Frimpong, pero el neerlandés, lejos de buscar la colocación, soltó un disparo sin casi mirar que acabó estrellándose en el pecho de Bryan Cristante. Fue la última acción significativa de un partido en el que el maestro superó sin demasiados alardes al alumno.
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