El FC Barcelona ha tratado de adelantar, sin éxito alguno, el desembarco de Vitor Roque. Sus evidentes problemas económicos han imposibilitado el aterrizaje anticipado de un jugador que, si nada se tuerce, vestirá de azulgrana a partir de enero.
"Vitor Roque ya es jugador del Barça. Está fichado, pero vendrá en enero del 2024, tal y como estaba previsto". Hace algo más de dos semanas, el técnico del FC Barcelona, el egarense Xavi Hernández, se mostró así de claro al ser consultado por Vitor Roque. El preparador certificó que el canarinho no aterrizará en el cuadro catalán hasta enero del año que viene.
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Aunque sus palabras resultaron contundentes, lo cierto es que la directiva culé ha estado trabajando últimamente en la posibilidad de adelantar su llegada al presente mes de agosto. Tras la derrota de su actual club, el Athlético Paranaense, en los octavos de final de la Copa Libertadores (ante el Bolívar), los catalanes consideraron pertinente pasar a la acción y establecieron los pertinentes contactos.
La cruel realidad
Durante estas conversaciones, el Barça constató que el Furaçao supeditaba la marcha anticipada de su pupilo al pago de una compensación económica, y los dirigentes barcelonistas, que ya tienen bastantes problemas para inscribir a todos sus jugadores, optaron por aparcar la idea y regresar al plan inicial. "Las estrecheces del margen salarial han acabado dictando sentencia", asegura Sport.
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De hecho, para poder dar la bienvenida a Roque en enero, el combinado blaugrana tendrá que mejorar drásticamente su situación económica y confiar en que la Liga "apruebe una interpretación más laxa del Fair PlayFinanciero, que le permita inscribir al internacional brasileño en el mercado invernal".
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