El Fideo se ha asentado como pieza clave de la escuadra francesa una temporada más, mejorando incluso sus números y siendo de nuevo pieza clave para Thomas Tuchel.
Acaba de cumplir 32 años pero sigue igual que el primer día. Con un rol parecido al que le hizo triunfar en el Real Madrid, con esa camaleónica capacidad para adaptarse a todo, a los planteamientos de cualquier entrenador, a competir con fichajes millonarios, a saber adaptar su rol.
Lo vimos ejercer como centrocampista incansable y trabajador en la campaña de la Décima con el equipo merengue. Antes se había ganado al mismísimo José Mourinho con trabajo y calidad. Se adaptó a Unai Emery, ahora a Thuchel… Solamente el Manchester United y la Premier aparecen como un borrón en su hoja de servicios.
Además se ha revelado como el mejor socio de Lionel Messi en la melancólica selección de Argentina, y seguramente de haber podido disputar la final del Mundial 2014 el resultado hubiera sido otro… Ángel Di María, un incansable y camaleónico jugador que, entrado ya en la treintena sigue brillando en Francia.
Suma 20 asistencias y 12 goles en 37 partidos esta temporada. Nada menos. Unas cifras al alcance de pocos. Un jugador que no se amedrenta por competir con figuras de mayor renombre, y que cada curso sabe acoplarse a lo que necesita el equipo para mejorarlo. Sus cualidades (desborde, llegada, disparo, visión de juego…) siempre al servicio del equipo.
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