Aunque ha cumplido el objetivo marcado, el técnico Juan Ramón López Muñiz no sabe aún si seguirá al frente del Deportivo Alavés el curso que viene. El preparador asturiano tomó las riendas del equipo en sustitución de Asier Garitano, pero lo hizo consciente de que, independientemente de los resultados, su continuidad no estaba garantizada.
"El club me dio toda la facilidad. Me encontré como en casa desde el primer día cuando llegué, me habían dicho que es un club familiar que todos están a gusto, nunca me sentí un forastero que viene a acabar una etapa. Desde el primer día sientes los colores. No sé si es un punto aparte o seguido, vine pensando que eran 15 días, una oportunidad y no una patata caliente. A un reto en Primera, el que diga que no está loco perdido. Vitoria, el Alavés y su afición son de Primera", reconoció ayer, tras el choque que certificó la permanencia de los vitorianos.
Más información
Noticias