Liga de Campeones | Goleadas de Chelsea, Juventus y BVB; el RB Leipzig sorprende al PSG

Werner guía al Chelsea

El Chelsea tenía la misión de corroborar las vibraciones más que positivas que había evidenciado recientemente, todo ello con la ausencia de Kai Havertz. Frank Lampard, técnico de los londinenses, había confirmado la baja del ex del Bayern Leverkusen, ya que había dado positivo por coronavirus. Aun así, la escuadra británica tenía mimbres más que suficientes para batir al Rennes.

La escuadra gala, que había perdido por la mínima en el feudo del Sevilla, se vería condenada en la primera mitad con un doblete de Timo Werner desde el punto fatídico (1 – 0 y 2 – 0). De hecho, el Rennes se quedaría en inferioridad numérica por la expulsión de Dalbert Henrique. En el segundo acto, Tammy Abraham dejaría la contienda vista para sentencia para confirmar el triunfo del Chelsea de Lampard (3 – 0).

Morata logra resarcirse con la Juventus

La Juventus de Turín tenía la obligación de noquear al Ferencváros, especialmente tras dar su brazo a torcer contra el FC Barcelona en el fortín del vigente ganador de la Serie A. Una contienda que encarrilaría Álvaro Morata, dado que el viejo conocido de Chelsea, Real Madrid o Atlético de Madrid firmaría un doblete en su registro individual (0 – 1 y 0 – 2).

60' NIENTE DI MENO, ALVARO?????? CHE GOOOOOOOOOOL!

STUPENDA rete di @AlvaroMorata che la mette nell'angolo a mezz'altezza dal limite. SPETTACOLO. Inizio di stagione per lui!!!#FerencvarosJuve [0-2] #JuveUCL

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— JuventusFC (@juventusfc) November 4, 2020

Una renta que ampliarían Paulo Dybala (0 – 3) y Lasha Dvali en propia meta (0 – 4) en el tramo decisivo de la batalla, perteneciente a la tercera cita de la fase de grupos de la "orejona". Por su parte, el Ferencváros realizaría el gol de la honra antes del pitido final del trencilla, un tanto obra de Boli (1 – 4). De esta manera, Andrea Pirlo, técnico de la Vecchia Signora, tomaba oxígeno después del batacazo de los culés.

El RB Leipzig remonta al PSG

Con tres puntos cada uno tras las dos primeras jornadas, y tras el inesperado tropiezo del Manchester United en Estambul, este duelo añadía más alicientes al hecho de ser uno de los más atractivos de hoy. Se reeditaba una de las semifinales de la pasada edición, en este caso con el RB Leipzig recibiendo a un PSG que pronto se adelantaba por medio de Ángel Di María (6'), muy activo en todo el duelo.

El Fideo veía premiado su gran arranque de partido y pocos minutos después pudo aumentar las diferencias, si bien el portero Gulácsi lograba adivinar su lanzamiento de penalti en el 17' para mantener con vida a los de Julian Nagelsmann. Que de hecho empataban antes del descanso por medio de Christopher Nkunku (42'), abriendo un escenario ya diferente para el segundo acto.

On vous laisse deviner où se termine la course du ballon 😏#RBLPSG pic.twitter.com/YrwDCPfJcc

— Paris Saint-Germain (@PSG_inside) November 4, 2020

Ese gol sentó como un jarro de agua fría a los franceses, que además entraron mal en la segunda parte al terreno de juego. Especialmente después del gol de Emil Forsberg, que transformando un penalti en el 57' el daba la vuelta al resultado para los alemanes. Y las cosas se ponían peor para los de Thomas Tuchel con la expulsión de Idrissa Gueye en el 69'.

Y los germanos supieron aprovechar esa doble ventaja para sostener el resultado y amarrar tres puntos más, que colocan con seis a este equipo y dejan a los finalistas con tres solamente, empatados con el Istanbul Basaksehir. El grupo de la muerte está más apretado que nunca.

El Borussia Dortmund golea en Brujas

Conocedores del empate de Rusia entre Zenit y Lazio poco antes, el Borussia Dortmund salió a por todas desde el primer minuto en casa del Brujas. Fieles a su estilo, los de Lucien Favre impusieron ritmo alto y presión adelantada. Y en apenas media hora encarrilaron el choque, primero con el gol de Thorgan Hazard (14') y después con doblete de Erling Haaland (18' y 32'). El noruego llegaba en duda a la cita por molestias, pero acabó con ellas radicalmente y mostró de nuevo su lado más voraz.

En la segunda parte y ya con una buena renta de margen, los alemanes bajaron el ritmo ante un equipo belga incapaz de molestar ni de siquiera poder acortar distancias. Dominio estéril con pocas ocasiones además, de manera que los germanos no tuvieron impedimentos para poder aguantar el resultado y amarrar el triunfo.