La dura derrota en Londres ante los de Thomas Tuchel ha dejado señalados a varios miembros de la primera plantilla del Real Madrid. Con la Liga como única tabla de salvación, los cuatro choques que vienen por delante se antojan claves.
El Real Madrid quedó ayer apeado de la Liga de Campeones. El cuadro de Chamartín dijo adiós a la máxima competición continental después de verse superado por un Chelsea que se mostró mejor que los de Zinedine Zidane y acabaron llevándose el gato al agua con un rotundo 2-0. Así, los blancos ahora deberán centrar sus esfuerzos en la Liga, donde se enfrentarán al Sevilla en un partido clave el próximo fin de semana.
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El encuentro de ayer dejó patente que los blancos necesitan de una serie de mejoras en su plantilla con vistas a la temporada que viene. Del mismo, esta derrota también ha dejado marcadas a varias de las piezas que forman parte del actual proyecto. Concretamente, a seis, tal y como destaca a este respecto la información que publica el diario As.
Seis señalados
El primero es el técnico Zinedine Zidane, que apostó por un dibujo (3-5-2) que no logró inquietar al equipo rival en ninguno de los dos choques. Del mismo modo, el francés no supo cambiar su fórmula en el partido de vuelta cuando los suyos más lo necesitaban. Tampoco estuvo a la altura Eden Hazard. Pese a la confianza mostrada desde el club desde su desembarco, el belga no ha terminado de explotar con la elástica blanca. Frecuentemente acompañado por las lesiones, el que fuera jugador del Chelsea no fue capaz de aportar nada en Stamford Bridge.
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También señala el diario As a otros dos jugadores que volvían de lesión y no pudieron rendir a la altura. El primero es el capitán Sergio Ramos, que desde que comenzó el año apenas ha jugado dos partidos completos (Osasuna, Athletic Club), y ayer sufrió ante el ritmo del Chelsea. El segundo es Ferland Mendy, que tampoco estuvo cómodo y se mostró muy poco participativo y temeroso en los choques.
En último término se encuentran Vinicius y Marco Asensio. El brasileño fue titular en una posición nada habitual para él (volante diestro) y no aportó nada. Tan solo logró deshacerse de Chilwell en una ocasión y no generó peligro. En cuanto al español, que salió desde el banquillo como revulsivo, fue incapaz de aportar nada distinto a lo que habían hecho sus compañeros.
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