El conjunto colchonero se juega el pase a la siguiente fase de Liga de Campeones tras complicarse la vida en la derrota frente al AC Milan en el Wanda Metropolitano.
La derrota 1-2 ante el Real Mallorca ha complicado el futuro del Atlético de Madrid en Liga. Perdida la segunda plaza a manos del Sevilla, el conjunto rojiblanco se aferra a su encuentro pendiente para alcanzar los 32 puntos y ponerse a 7 del líder del Real Madrid. Mucho más complicada es la situación en Liga de Campeones. Los colchoneros han perdido sus últimos tres encuentros y se encuentran últimos de su grupo, que, si bien partía como el más difícil, se esperaba un mejor papel de los de Diego Simeone.
La derrota en casa frente al AC Milan fue un buen resumen de la crisis de juego y resultados de las últimas semanas: especular con el resultado y falta de concentración. Ahora, los rojiblancos se encuentran en una difícil tesitura: no dependen de sí mismos para acceder a la siguiente fase de Liga de Campeones.
Victoria obligada
Esta situación recuerda a la vivida en la temporada 2017-2018. El conjunto atlético se quedaba sin pasar de fase de grupos al no poder ganar, en ninguno de los dos encuentros, al modesto Qarabag. Los del Cholo Simeone terminarían la temporada sonriendo, ya que consiguieron ganar, con facilidad, la final frente al Olympique de Lyon, con un claro 3-0.
No obstante, el nivel actual del Atlético de Madrid no debe permitir al equipo, ni a la afición, conformarse con el segundo trofeo a nivel europeo. Para pasar a la fase final, el conjunto madrileño deberá ganar su partido, como visitante, frente al Oporto, que también se juega estar en la siguiente ronda, y esperar que el Liverpool venza al AC Milan.
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