Luis Enrique ha entregado la titularidad en Champions League al alemán Marc-André ter Stegen para agradar a Andoni Zubizarreta. Ahora, tras la decepcionante actuación del arquero en el partido ante el PSG, el técnico del FC Barcelona se plantea redoblar su apuesta por "su portero", el chileno Claudio Bravo.
«No suelo valorar aspectos individuales. La derrota es de todos, en primer lugar mía. Soy el entrenador y el máximo responsable». Al término del choque ante el París Saint-Germain, Luis Enrique asumió culpas. Aunque muchos señalaban al arquero Marc-André ter Stegen como uno de los máximos responsables, el técnico del FC Barcelona actuó con inteligencia y ejerció de pararrayos.
Eso sí, la primera derrota de la temporada puede abrir una brecha que marque la relación entre el preparador asturiano y el director deportivo culé, Andoni Zubizarreta. Según relata El Confidencial, la idea de situar al meta alemán como titular en los compromisos de Champions League sólo tenía como objetivo agradar al dirigente, ya que fue él quien avaló su fichaje y se empeñó en convertirle en el heredero de Víctor Valdés.
Para Luis Enrique, la titularidad de Claudio Bravo no ofrece dudas. El chileno fue una petición expresa del técnico, quien no dudó en situarle bajo los palos en el primer partido de Liga. Desde entonces, el ex de la Real Sociedad no ha encajado ni un solo gol y ha dado evidentes muestras de que reúne todas las cualidades que se le deben exigir a un portero de primer nivel (experiencia, serenidad, reflejos y capacidad para jugar el balón con los pies).
En principio, Lucho quería mantener al sudamericano como titular también en Champions, pero por agradar a Zubi se acabó traicionando. Ahora, tras comprobar que el teutón está aún lejos de poder soportar tanta presión, tal vez se plantee dar marcha atrás, acción que podría convertir a la portería blaugrana en motivo de discordia.
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