La lesión de Claudio Bravo cambia el panorama en la portería del cuadro culé, ya que el alemán debutará por fin en Liga y tendrá varios partidos para reivindicarse.
Fue una de las sensaciones de la temporada pasada junto con el propio Claudio Bravo, ya que dejó grandes actuaciones en la Copa del Rey y sobre todo la Liga de Campeones, ambas conquistadas por el FC Barcelona. Por ejemplo, Marc-André ter Stegen detuvo un penalti a Sergio Agüero en octavos de final, o firmó la mejor parada de la edición del torneo continental ante Thomas Müller.
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Sin embargo, esta temporada no la comenzó bien, ya que encajó cuatro goles en la Supercopa de Europa frente al Sevilla (en alguno de ellos pudo hacer más) y otros tantos en la ida de la Supercopa de España frente al Athletic de Bilbao. Ese encuentro quedó además marcado por su error, por su excesivo atrevimiento, en la jugada que precedió al golazo de Mikel San José.
La vuelta la jugó el chileno, al igual que los dos encuentros posteriores en la Liga. Por lo tanto todo hacía indicar que Luis Enrique mantendría el reparto del curso pasado, y se esperaba que el germano volviera de nuevo la semana que viene ante la Roma (ver artículo). Pero la lesión del ex de la Rean Sociedad ha variado los planes.
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El teutón será de la partida ante el Atlético de Madrid este sábado y jugará, al menos mientras esté de baja el chileno. Tiene una gran ocasión para demostrar que puede ser el titular en el campeonato doméstico, ya que Bravo estará tres semanas de baja, según ha confirmado su agente, Cristian Ogalde, en una radio chilena: «Hablé con él temprano y está muy tranquilo. Es una lesión que tardará normalmente tres semanas para estar ciento por ciento recuperada».
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