Al margen de gestionar las nuevas incorporaciones y de buscar acomodo para los descartes, la directiva debe afrontar en las próximas semanas un asunto que amenaza con enquistarse: el futuro de Lass Diarra.
Lassana Diarra se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el Real Madrid. El cuadro blanco quiere mantenerle en sus filas, pero el futbolista se despidió del último entrenamiento del curso con una declaración contundente: «La próxima temporada no jugaré aquí. Me marcho».
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El centrocampista galo nunca ha asumido el rol secundario que le ha otorgado José Mourinho y considera que la llegada de Nuri Sahin convertirá en casi misión imposible su comparecencia en los onces iniciales que plantee cada semana el preparador luso.
El problema es que mientras el resto de jugadores que apenas entran en los planes del técnico se pasan por las oficinas del Santiago Bernabéu para arreglar su futuro, el mediocentro francés se esconde y se niega a, según As, contestar las llamadas del club.
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La única buena noticia que ha recibido la entidad merengue en torno a este asunto es el persistente interés que muestra el Tottenham en hacerse con sus servicios. Hoy mismo, la web talkSPORT señala que el preparador de los spurs, Harry Redknapp, ha solicitado el fichaje de Lass, ya que se siente capacitado para sacar lo mejor de este futbolista.
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