La escuadra catalana se ha venido abajo en al recta final de la temporada, después de haber dejado buenas sensaciones en invierno. La plantilla no ha dado para más.
Un final similar al inicio. En el pasado otoño el FC Barcelona parecía lejos de poder pelear por los grandes títulos pero cambiaba todo conforme pasaban los minutos. Y es que el conjunto azulgrana, tras los titubeos de esa primera parte del ejercicio se convirtieron en certezas después.
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La Copa del Rey impulsó a los catalanes, que firmaron además una remontada poco a poco en Liga, con el único borrón del PSG en febrero pero dejando sensaciones buenas en la vuelta. Ganaron el torneo del KO al inicio de la primavera porque Ronald Koeman encontró al fin su sistema, pero la falta de rotaciones acabó pasando factura ante Granada o Levante en las últimas semanas.
Poco fondo de armario
Una de las razones por las que el equipo se ha caído en este tramo final ha sido precisamente esa falta de rotaciones. Jugadores como Pedri, Frenkie De Jong o el propio Lionel Messi han acumulado demasiados minutos. Entre otras cosas también por la falta de opciones a la hora de mirar al banquillo.
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Francisco Trincao, Miralem Pjanic, Samuel Umtiti o Riqui Puig no han servido para dar esos apoyos necesarios en los momentos que se los necesitaba. Tampoco otros como Martin Braithwaite, aunque sí ha tirado el entrenador holandés de cantera con Ilaix Moriba. Una asignatura pendiente para el siguiente curso será mejorar la profundidad de la plantilla.
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