El sueño frustrado del Manchester United
El Manchester United tenía claro que tenía que dar un lavado de cara a su plantilla durante este mercado y en términos generales lo ha conseguido, pero se ha quedado sin uno de sus traspasos soñados, como era el de Antoine Semenyo.
El año pasado el Manchester United firmó una de sus peores temporadas en la historia de la Premier League, terminando dos puestos por encima de las plazas de descenso y no clasificándose para competiciones europeas al perder la final de la UEFA Europa League contra el Tottenham Hotspur, por lo que este verano se antojaba clave en ese proceso de reconstrucción que ya está durando más de lo esperado.
Rúben Amorim, que llegó en invierno a Old Trafford, estaba ante su primera ventana a los mandos de los diablos rojos y no ha escatimado en peticiones para conseguir las piezas que necesitaba acoplar a su esquema. Mbeumo, Cunha y Sesko forman un nuevo ataque esperanzador, pero lo cierto es que para las bandas se pretendía contar con Semenyo y no ha podido ser así.
El Bournemouth de Andoni Iraola fue uno de los equipos revelación de la liga inglesa durante la campaña pasada y por ende ha vendido a muchos de esos jugadores que destacaron con los 'cherries’, como Dean Huijsen o Milos Kerkez, pero en el caso de Semenyo, se plantaron ante ofertas del Manchester United que consideraban insuficientes económicamente.
Quedaron a comer
Tanto fue el interés del United que ‘Caught Offside’ ha destapado que Amorim llegó a citarse para comer con el extremo ghanés. Su intensidad y dinamismo le venían de perlas al técnico portugués, si bien es cierto que en su esquema no hay extremos puros y hubiera tenido que jugar de carrilero, no estando acostumbrado a defender ni a correr para atrás hasta ahora.
El problema, como en tantas ocasiones, fue de dinero y es que el Bournemouth exigió más de los 64 millones de euros que ofrecía el Manchester United, sin ceder en la negociación, y finalmente la entidad gestionada por Ratcliffe por apartarse de la puja y mirar hacia otros objetivos que sin duda se han cumplido ya que no sea escaseado en cuanto a inversión en esta ventana.
Antoine Semenyo, de 25 años de edad, disputó 42 partidos con el Bournemouth la temporada pasada entre todas las competiciones, superando los 3.500 minutos de juego, en los que marcó 13 goles y repartió seis asistencias.
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