Copa de la Liga | El PSG es campeón por penaltis

La última edición de la Copa de La Liga de Francia, torneo que se termina esta temporada y no tendrá más ediciones (fue creado en 1994), vivía este viernes su final entre los dos clubes más laureados del país en lo que va de siglo. El PSG llegaba a su segunda final del curso sin el lesionado Kylian Mbappé, mientras el Olympique de Lyon quería dar la sorpresa ante los campeones de la Ligue 1, que a su vez quieren afinar la puesta a punto para la Liga de Campeones.

En un encuentro igualado y con ritmo casi de pretemporada, ambos equipos mostraron un juego bastante ramplón y con pocas ocasiones en la primera parte. Neymar desperdicio probablemente la mejor ocasión de los hoy locales para desnivelar el choque en la primera parte.

Ya en el segundo acto, el cansancio, los cambios y la propia dinámica del encuentro (por mucho que sea una final este "nuevo fútbol" no termina de gustarnos, y eso que había algunos espectadores), provocó que viéramos más opciones. La propia emoción de un título en juego, si bien la falta de acierto de ambos contendientes propició que el duelo se encaminara irremediablemente hacia la prórroga. Para los de Thomas Tuchel además, el saldo de la final era de nuevo desolador con las lesiones de Mauro Icardi y Layvin Kurzawa, que hay que sumar a la de Kylian Mbappé de hace una semana.

Place à la prolongation #PSGOL

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— Paris Saint-Germain (@PSG_inside) July 31, 2020

Keylor se luce en los penaltis

A la espera de que un error pudiera desatascar la igualada final, ninguno de los dos equipos mostró especial contundencia ofensiva en la prórroga, prolongación tan aburrida de los 90 minutos anteriores. Probablemente ni jugando toda la noche podríamos haber visto un gol. Ni siquiera era noche para genios como Neymar, que mandó al limbo una falta en el último minuto, que había supuesto la expulsión de Rafael, así que la emoción quedaba para los penaltis.

Y allí se agigantó la figura de Keylor Navas. El portero de las 3 Champions League del Real Madrid, adivinó la mayor parte de los lanzamientos, aunque sin llegar a detenerlos. Hasta el sexto, que lo detuvo el costarricense para permitir a Pablo Sarabia anotar la diana que proclamaba campeones a los parisinos. Un segundo título para los de Thomas Tuchel en apenas una semana.