Más allá de la mala imagen y las decisiones erróneas de Zidane, la derrota de ayer evidencia una carencia clásica.
Siguen todavía los ecos de la derrota del Real Madrid ante el Cádiz de ayer, que se sigue analizando y se hará todavía en espera del retorno de la Liga de Campeones que se produce ya esta misma semana.
De forma que una de las lecturas ya habituales en cada tropiezo del conjunto merengue es sin duda alguna la falta de gol que acompaña en muchos encuentros al equipo. Ayer mismo Karim Benzema se quedaba sin ver portería y se encontraba con la madera.
La eterna añoranza de Cristiano
Seguramente a la espera de Kylian Mbappé y pendiente de inspiraciones irregulares de Vinicius Junior o, más consistente de cara a gol, del propio Benzema, que ha asumido ese peso ofensivo desde hace dos años, el equipo de Zinedine Zidane tampoco tiene pegada para librarse de días malos como el del Cádiz.
Por tanto la resolución de muchas jugadas sigue estando en el aire, y parece ser un mal que ni con fichajes como Luka Jovic se termina de concretar. Veremos si el retorno a Europa trae el gol como premio.
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