Liga de Campeones | Mucho Manchester City para este Real Madrid

El Manchester City estará en la final de Estambul. Lo hará después de haber doblegado al Real Madrid en la segunda semifinal de la Liga de Campeones y protagonizando una primera parte primorosa en la que ha pasado por encima de la escuadra de Chamartín como una apisonadora. El campeón inglés será el rival del Inter de Milán.

Se enfrentaban los dos mejores clubes de Europa. El equipo que mejor juega contra el que mejor compite. El Manchester City luchaba por acercarse a su primera Liga de Campeones mientras el Real Madrid pasea por esta competición como hacía Hugh Hefner por la mansión playboy. Están tan acostumbrados los jugadores del conjunto merengue a enfrentarse a estas situaciones que podrían hacerlo en pantuflas y albornoz. Hoy, la historia fue bien distinta.

En el Etihad tronaba el “Hey Jude” en la previa. Paul McCartney escribió este tema para consolar a Julian Lennon, hijo de John Lennon, por el divorcio de sus padres. Todo el estadio estaba engalanado con los colores blanco y celeste y el público soñaba con la presencia del Manchester City en la final de la Liga de Campeones. El ambiente era espectacular.

El Manchester City se pega un homenaje en la primera parte

Salió dominador el Manchester City. El campeón inglés metía a los blancos en su estadio con una presión alta que dificultaba la salida de balón y un inspirado Kevin de Bruyne que tiraba de intuición y calidad para convertirse en indetectable y filtrar una asistencia que dejaba a Haaland prácticamente en un mano a mano ante Thibaut Courtois. Sin embargo, el pase del delantero no encontraba compañero de segunda línea. En este season finale de Juego de Tronos, el encargado de enfrentarse al gigante Erling de la casa Targaryen era Eder Militao. Secado por Antonio Rüdiger en el Santiago Bernabéu, el gigante noruego quería ser clave ante el que pudo ser su equipo. Y tuvo una muy clara para abrir el marcador en el doce, si bien su cabezazo en el área pequeña se encontraba con una parada salvadora de Thibaut Courtois, que volvía a ponerse el disfraz de súper héroe.

Había pasado prácticamente un cuarto de hora y los jugadores del Real Madrid eran incapaces de dar tres pases seguidos. A los veinte, la situación era la misma, pero Courtois había tenido que evitar otro gol cantado de los citizens respondiendo con una sensacional estirada a un nuevo cabezazo de Erling Haaland. ¿Cuándo un Balón de Oro para un portero?

Pero finalmente la insistencia del Manchester City obtuvo resultado. Corría el minuto 23 y los ingleses robaban un esférico a Vinicius que acababa en los pies de Grealish y comenzaba una buena jugada de combinación que acababa en los pies de Bernardo Silva. El portugués se enfrentaba a Courtois, el belga no podía hacer un nuevo milagro y el marcador era de 1-0. Presión alta, combinaciones rápidas, cambios de lado, llegadas de segunda línea y desmarques… la primera media hora del City era para enmarcar. El Real Madrid era un pelele en manos de los ingleses, pero todos sabemos cómo se manejan los blancos en estas situaciones y su capacidad de supervivencia.

Después de tirar la primera media hora, los de Ancelotti comenzaron a desperezarse después del minuto treinta. Era como el despertar de un oso después de seis meses de hibernación. Y lo hacía con un latigazo de Toni Kroos desde la frontal que se estrellaba contra el larguero inglés. Era un aviso. Jack Nicholson detrás de la puerta con el hacha gritando “Here’s Johnny”.

Pero el Manchester City no estaba dispuesto a repetir errores pretéritos y lejos de asustarse siguió desplegando su mejor versión. Gundogan era protagonista de una buena jugada individual y el rechace de su lanzamiento llegaba a la cabeza de Bernardo Silva para que el portugués hiciera el 2-0 y convirtiera la clasificación del Real Madrid en prácticamente una utopía. Del posible 1-1 a una ventaja de dos goles de los ingleses, que ya ponían un pie en la final de Estambul.

Poca historia en la segunda mitad

A la salida de los vestuarios en la segunda mitad la duda estaba en si Rocky podría levantarse de la lona y pedir un asalto más. Después de la ristra de sopapos recibidos en la primera mitad, que la posibilidad de la prórroga estuviera a dos goles era la mejor noticia. La peor, la rotunda superioridad inglesa en los primeros cuarenta y cinco minutos.

En la segunda mitad, hubo un ligero cambio de guion, pues el Real Madrid salió con la intención de dominar el esférico y generar alguna ocasión de peligro. Sin embargo, pese a que los merengues mostraron una mejor versión tras la reanudación, en ningún momento, llegaron a inquietar a los ingleses a excepción de un lanzamiento de falta de David Alaba en el 50 que repelía Ederson. De hecho, fue el Manchester City el que estuvo a punto de ampliar el marcador en el 72, si bien Erling Haaland volvió a encontrarse con el guardameta merengue. Apenas tres minutos después, el Manchester City volvía a celebrar un nuevo tanto. En esta ocasión era Eder Militão el que introducía el balón en su propia portería (3-0) y ampliaba un marcador que se encargaba de cerrar Julián Álvarez prácticamente sobre la bocina. Un 4-0 que deja bien a las claras la diferencia de hoy entre ambas escuadras.

Es ahora tiempo de reflexión para el Real Madrid. Protagonista de una temporada en la que ha levantado tres títulos de los que podrían considerarse “menores” y ha pinchado en hueso tanto en la Liga como en la Liga de Campeones. La eliminatoria ante el campeón inglés ha dejado bien a las claras que el cuadro de Chamartín necesita de una serie de refuerzos importantes que permitan contar al técnico con más opciones. Especialmente significativa es la ausencia de relevos para un Karim Benzema, que no es ni la sombra del jugador del curso pasado pero sigue sin moverse de las alineaciones.