Peligro de muerte para el Olympique de Lyon

Tras su derrota por 1-2 frente al Lens el domingo por la noche, el Olympique de Lyon se encuentra en una situación más crítica que nunca. Con solo dos jornadas restantes en la Ligue 1, el equipo de Rayan Cherki y Corentin Tolisso está al borde de un desastre deportivo y financiero. La caída en casa ante el Lens, a pesar de un partido donde los lyoneses dominaron en muchos momentos, ha dejado al club en una posición delicada, con pocas opciones de alcanzar los puestos de Champions League que tanto necesitan.
A nivel deportivo, el Lyon está a tres puntos del cuarto puesto, ocupado por Niza, que da acceso a las eliminatorias de la Liga de Campeones, y a cuatro puntos del tercero, en manos del Mónaco, que asegura un billete directo a la competición. El próximo sábado, el decisivo AS Mónaco - OL será una final anticipada, aunque haría falta un milagro para que el Lyon regrese a la Champions, un torneo que no disputa desde la temporada 2019/2020, cuando alcanzó las semifinales. La decepción era palpable entre los jugadores tras el partido, conscientes de que sus opciones europeas se desvanecen. Mientras, rivales como Mónaco, Niza y Estrasburgo sumaron puntos, y el empate entre Lille y Marsella no ayudó a las aspiraciones de los de Lyon.
Más allá de lo deportivo, el horizonte financiero es aún más sombrío. El Lyon, bajo amenaza de un descenso administrativo a Ligue 2 dictado por la DNCG en noviembre, confiaba en los ingresos de la Champions para estabilizar sus cuentas. Sin esa fuente de ingresos y con la venta de las acciones del Crystal Palace, anunciada por John Textor, aún sin materializarse, el club se enfrenta a un examen crítico ante la DNCG en junio. Las pérdidas de 117 millones de euros en 2024 de Eagle Football Group, sumadas a deudas con acreedores como el fondo ARES, que inyectó 500 millones para la compra del club, agravan la crisis. Además, la reducción de los derechos televisivos afecta a todos los clubes franceses, dejando al Lyon sin otro pilar económico. Con Textor bajo presión y un verano crucial por delante, el club del Ródano se juega su supervivencia.
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