AC Milan: Kaká asoma la cabeza

Posiblemente, el Kaká que se adjudicó el Balón de Oro en 2007 nunca más vuelva a comparecer sobre un terreno de juego. Aquel futbolista desequilibrante, vertical y sumamente elegante se quedó en el AC Milan que dirigía Carlo Ancelotti (193 partidos de Serie A, 70 goles) y nunca más volvió a dar señales de vida.

La decadencia del canarinho se inició al poco de aterrizar en el Real Madrid. Aunque su primera temporada con los blancos llegó a resultar esperanzadora (33 encuentros, 9 tantos), lo cierto es que el jugador nunca terminó de encontrarse cómodo en la Casa Blanca y acabó sumiéndose en un imparable descenso hacia la mediocridad.

El pasado verano, tras cuatro cursos de muchas sombras y muy pocas luces, el ex del Sao Paulo abandonó definitivamente el Santiago Bernabéu para retornar, como aquel hijo pródigo de la parábola bíblica, a su casa de Lombardía. Curiosamente, los rossoneri no tuvieron que abonar ni un solo euro para recuperar a un futbolista que, en 2009, les había dejado 65 M€ de beneficios.

Aunque fue aclamado por la enfervorecida parroquia cuando aterrizó en Milán, ni siquiera los más forofos se atrevían a pronosticar el nuevo éxito de su flamante fichaje. De hecho, han tenido que pasar más de dos meses para que Kaká vuelva a ser determinante. El sábado, ante el Génova, marcó el gol que evitó la derrota rossonera, y ayer, frente al Celtic de Glasgow, encauzó una victoria que además de acercar la clasificación para octavos de final de la Champions League sirvió para salvar el pellejo de Massimiliano Allegri.

Sobre el césped de Celtic Park volvió a verse, en determinados momentos, al jugador que trazaba diagonales con precisión y que golpeaba el balón con esa combinación justa de efecto y fuerza que se encuentra al alcance de muy pocos futbolistas... Kaká, en definitiva, asomó la cabeza... Y eso, a estas alturas de la película, ya es más que suficiente para ilusionar a sus seguidores.