El colombiano vive un momento complicado tras su retorno al cuadro blanco, y será firme candidato a un traspaso el próximo verano.
El Real Madrid vive como muchos clubes con un ojo puesto en un mercado de fichajes de verano tan incierto sin duda como el final de la temporada. Y es que de ello dependerán muchas de las gestiones de los grandes clubes en el mercado, además de una crisis económica que llega a causa de la pandemia.
Pero como decimos en otras ocasiones, hay bastantes certezas por ahora a las que agarrarse, aunque en el fútbol las mismas no sirvan de mucho. Una de ellas es que James Rodríguez tiene todas las papeletas para cambiar de aires, porque acaba contrato en 2021, y apenas ha participado en 13 partidos (1 gol y 2 asistencias).
El cafetero llegó en 2014 tras un gran Mundial en Brasil, con un precio por aquel entonces de 80 M€. Mantuvo un gran nivel en los primeros meses pero las lesiones y cambios de estilo y entrenadores frenaron su progresión. Aguantó como suplente para Zinedine Zidane hasta 2017, antes de ser cedido dos campañas a un Bayern Múnich donde sacó su talento a ráfagas.
Ahora este jugador tiene para Transfermarkt un valor de 40 M€, de manera que se ha devaluado progresivamente hasta la mitad. Un factor a tener en cuenta de cara al próximo mercado de fichajes.
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