Mal partido de vuelta el que ha firmado el Real Madrid en el Santiago Bernabéu ante el RB Leipzig, que firmó de nuevo un partido bastante serio donde solamente la falta de puntería y los aciertos de Andriy Lunin le privaron de un premio mayor. Carlo Ancelotti revolucionó el once con nefasto resultado, mientras la calidad de Jude Bellingham y Vinicius Junior fue decisiva para evitar un susto mayor.
En el día de su aniversario, cuando se cumplen 122 años desde su fundación, el Real Madrid recibía al RB Leipzig en el Santiago Bernabéu en casa con la ventaja que le daba esa golazo de Brahim Díaz en el partido de ida. Por lo que Carlo Ancelotti decidió apostar por Eduardo Camavinga en el once en detrimento de un Rodrygo que sigue de capa caída. Y que por tanto dejaba a Vinicius Junior como único delantero natural, buscando un mayor control del encuentro, debido al sufrimiento que claramente vivieron los blancos hace tres semanas en Alemania. Spoiler: no funcionó.
Sigue después de este anuncio
Experimento en día grande, que a muchos recordó a aquella alineación con Luka Modric de falso nueve hace dos años… con goleada del FC Barcelona. Porque los locales ni controlaron la pelota ni evitaron acciones de peligro de su rival. Pero sobre todo se alejaron al inicio de su carácter que los ha hecho ser reyes de esta competición: el miedo escénico en su estadio donde el equipo es capaz de atacar de todas formas posibles empequeñeciendo a sus rivales.
Un primer acto para el olvido
La primera parte del conjunto merengue fue horrible. Extraño patrón ese que se repite además en muchas eliminatorias con el factor campo a favor. Los germanos claramente fueron superiores en el primer acto pero sobre todo es que los catorce veces ganadores de la competición no comparecieron. Jude Bellingham apenas recibía en zona de peligro, Vinicius Junior muy solo en sus cabalgadas… El centro del campo tampoco asfixiaba al rival como en otras ocasiones, y enfrente tuvieron un equipo claramente inferior en calidad, donde Loïs Openda fue una auténtica máquina de fallar ocasiones claras, especialmente la última del primer acto tras un saque de esquina.
Sigue después de este anuncio
Dos disparos francos enviados fuera para el ex del Lens, que junto a Benjamin Sesko y Dani Olmo lograban asociarse bien pero marraban de forma clara ante Andriy Lunin. El miedo escénico aquí tal vez funciona… La diferencia de calidad era clara, ya que solamente el atacante español y Xavi Simons parecen tener calidad suficiente para decidir, pero ninguno de ellos tuvo las oportunidades más claras (el neerlandés un disparo lejano cuando el primer tiempo expiraba). Los teutones no tenñian premio, mientras el Santiago Bernabéu se iba enfadando de forma cada vez más visible hasta despedir con algunos pitos al equipo tras una primera parte para el olvido. Los cambios se pedían a gritos tras un plan fallido y la mejor noticia era seguir por delante en la eliminatoria.
La pegada de Vinicius evita un susto
Entraba Rodrygo por Camavinga en el descanso, buscando Carlo Ancelotti un revulsivo. Aunque el RB Leipzig siguió asustando y de hecho en el 47' se plantaba de nuevo Loïs Openda ante Lunin, que salvaba in extremis otra acción peligrosa para el versátil delantero francés. Y es que hasta la hora de partido sufrieron los locales demasiado, hasta que Rodrygo pudo poner a prueba a Gulacsi y pareció despertar al equipo. Lo harían en el 65' entre Jude Bellingham y Vinicius Junior, con gran jugada del inglés y definición estelar del brasileño para ver portería casi en la primera oportunidad de serio peligro del Real Madrid.
Sigue después de este anuncio
Pero el gol apenas tranquilizaba al Santiago Bernabéu, porque tres minutos después Willi Orbán igualaba la contienda con un remate de cabeza dentro del área. Una diana que espoleó a los alemanes, que insistieron en sus ataques minutos después, con Openda y Dani Olmo de nuevo acumulando ocasiones peligrosas. Así que Carlo Ancelotti movía ficha de nuevo para quitar a Toni Kroos y dar entrada a Luka Modric, ya que cada ataque alemán era una oportunidad clara, ya fuera a la contra o de estrategia. No lograban robar los merengues ni aparecer sobre el área de Gulácsi, mientras Andriy Lunin sostenía a los suyos con nuevas intervenciones de mérito.
Hasta Jude Bellingham era cambiado en el 84' para dar entrada a Joselu. Mientras los germanos insistieron hasta el final, con Dani Olmo estrellando en el larguero la ocasión más clara en el descuento. Pero el Real Madrid, en uno de los peores partidos de la temporada, resistió y vuelve a alcanzar los cuartos de final de la Liga de Campeones por cuarto año consecutivo. Supervivencia en un encuentro mal planteado y ejecutado. Pero los blancos han demostrado históricamente tener muchas vidas en su competición fetiche…
Más información
Sigue después de este anuncio
Noticias
Sigue después de este anuncio
