El Real Betis acaricia ya la siguiente ronda de la Europa League tras superar al Aris Limassol en un duelo en el que alternaron momentos de lucidez con otros de cierta desconexión. Borja Iglesias, Aitor Ruibal, Marc Roca y Ez Abde fueron los autores de los tantos que mantienen a los béticos al frente del Grupo C y a un solo punto de garantizarse, como mínimo, el play off.
Tras dejar atrás un irregular arranque de curso y encadenar una racha de ocho partidos consecutivos sin perder (seis victorias y dos empates), el Real Betis tenía hoy ante sí la oportunidad de estirar su buen momento y dejar casi encarrilado su pase para la siguiente ronda de la Europa League. Para ello, los verdiblancos debían superar a un Aris Limassol que lidera la liga chipriota y que, hace quince días, ya apretó más de lo esperado.
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Tal y como se esperaba, los béticos salieron en plan arrollador, dispuestos a sumar cuanto antes el tanto que abriese el marcador y facilitase su tarea. Los visitantes recularon sin pudor alguno y se entregaron a una defensa de su meta en la que resultó determinante Vaná Alves. El arquero brasileño arrancó el partido con la barra de inspiración a tope y desbarató, una tras otra, las primeras embestidas de los andaluces.
Superada esta primera fase, el duelo comenzó a igualarse. Los verdiblancos fueron perdiendo fuelle y los chipriotas empezaron a asomarse con cierta soltura al área rival. Eso sí, antes de que el partido pudiese torcerse con algún gol inesperado, Ez Abde y Abner dibujaron una bonita y rápida jugada por la izquierda que Borja Iglesias, con sutileza, acabó convirtiendo en el 1-0 (minuto 34). El tanto reactivó a los locales que recuperaron el ritmo inicial y alcanzaron el descanso sin más goles, pero con la sensación de estar en el buen camino.
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Sustos y sentencia
El paso por vestuarios nos devolvió a un Real Betis excesivamente relajado que estuvo a punto de pagar muy cara esa indolencia con un gol en contra que el VAR anuló por fuera de juego del rematador, el sueco Leo Bengtsson. Incomprensiblemente, este aviso, serio, no fue suficiente para generar la necesaria reacción y los locales siguieron concediendo demasiadas alegrías a un rival que fue acumulando llegadas con excesiva facilidad.
Ya que los que estaban sobre el verde no terminaban de espabilar, Manuel Pellegrini optó por mover su banquillo y dio entrada a Isco y Ayoze Pérez. Casualidad o no, lo cierto es que con ambos sobre el verde, los locales recuperaron el dominio y acabaron firmando el 2-0 en un acción de muchos toques que culminó Aitor Ruibal con un cañonazo desde el pico del área (64').
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Aunque tampoco es que se palpase ya sensación de peligro, el partido quedó definitivamente sentenciado en el 79, instante en el que Marc Roca aprovechó una serie de rechaces en un córner para perforar la portería rival. En realidad, el 3-0 podría haber llegado tres minutos antes, pero Nabil Fekir, que acaba de saltar al campo, marró un penalti bien forzado por un eléctrico Isco. Resulta difícil comprender que un futbolista que apenas ha acumulado 5 minutos de juego desde febrero asuma una responsabilidad así, porque desde kilómetros de distancia se percibía que sus opciones de éxito eran tirando a escasas…
Hasta el pitido final, el choque vivió un último arranque de orgullo de un peleón Aris que recortó distancias en el 84, gracias a Aleksandr Kokorin, y que incluso dispuso de una ocasión clarísima para haberle puesto picante al final del duelo, marrada por un Yannick Gomis que no encontró la forma de superar a Claudio Bravo en el mano a mano. Con este triunfo, redondeado ya en la prolongación por Ez Abde tras pase de espuela del entonadísimo Isco, el Betis se afianza al frente del Grupo C y se queda a un solo de punto de garantizarse, como mínimo, el play off.
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