La entidad de la capital portuguesa se ha dado un verdadero festín en el Estádio da Luz, por lo que avanza a la siguiente ronda con mucha autoridad. Además, el cuadro de Roger Schmidt tiene licencia para soñar en Europa.
La vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones daba su pistoletazo de salida en la sesión de este martes 7 de marzo. De hecho, irrumpía en acción una de las sensaciones en lo que llevamos de curso en el Viejo Continente. A saber, nos referimos a un Benfica que partía con un resultado bastante favorable por su triunfo en el primer asalto de este emparejamiento (0 – 2). Así las cosas, el Brujas intentaría salir a tumba abierta con la misión de dar la vuelta a la tortilla.
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Roger Schmidt se decantaría de entrada por un Odisseas Vlachodimos que lleva tiempo evidenciando su liderazgo bajo palos en la entidad lisboeta. Un cancerbero que, además, estaría perfectamente resguardado en la retaguardia por Alexander Bah, António Silva, Nicolás Otamendi y Alejandro Grimaldo. El doble pivote en la medular correría a cargo de Chiquinho y Florentino Luís, mientras que Fredrik Aursnes, Joao Mário y Rafa Silva se asociarían con Gonçalo Ramos.
Pasando ahora a la disposición táctica de Scott Parker, optaría de inicio por un Simon Mignolet que tiene una dilatada y contrastada experiencia en la élite del deporte rey. Por delante, un sistema de tres centrales compuesto por Clinton Mata, Brandon Mechele y Abakar Sylla. La profundidad en los carriles sería la misión de Tajon Buchanan y Bjorn Meijer, concediendo la creación a Kamal Sowah, Casper Nielsen y Hans Vanaken. En punta de lanza, la dupla de Roman Yaremchuk y Noa Lang.
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El Benfica es un rodillo
Nada más iniciarse el envite, el trencilla invalidaría la preciosa diana de Joao Mário (con un fantástico taconazo) por posición antirreglamentaria de Ramos. La presión era realmente intensa y elevada por parte de los lusos, incomodando en demasía la salida del esférico del club visitante. Es más, el Benfica dejaba que su adversario arriesgase con la posesión del esférico, saliendo en transiciones muy rápidas con contragolpes letales.
Florentino Luís, ex del Benfica, se quedaría cerca de ver portería, al tiempo que Yaremchuk se jugaría la expulsión por una dura entrada sobre Chiquinho. El Brujas impediría el tanto de Joao Mário en la misma línea de gol, a lo que hay que añadir que Vanaken conectaría un buen testarazo tras el centro de Meijer. Dicho lo cual, la resistencia belga duraría casi 40 minutos, preciso instante en el que Rafa Silva resolvería con gran precisión en el Estádio da Luz (1 – 0).
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Antes de enfilar el camino hacia el túnel de vestuarios, Gonçalo Ramos culminaría una maniobra magnífica en el interior del área para convertir el 2 – 0. Tas la reanudación, el artillero (tentado por el Manchester United) no desperdiciaría la oportunidad de firmar el doblete en su registro particular (3 – 0). Una renta que ampliaría el talentoso Joao Mário desde el punto fatídico (4 – 0), junto con la "manita" cerrada por David Neres (5 – 0). Meijer haría un golazo (el de la honra) para el Brujas (5 – 1), pero el Benfica pone rumbo a los cuartos de Champions con autoridad.
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