El mediocentro francés se ha asentado como uno de los jugadores clave de la selección de Francia, clara candidata a revalidar el título. Y eso tras una primera campaña en la que está siendo también determinante e importante para el Real Madrid, supliendo a Casemiro tras su fuga a la Premier.
Fue uno de los dos fichajes que realizaba el Real Madrid en el mercado estival. Adelantándose a lo que sucedería después en este caso con la salida de Casemiro, que ya se barruntaba en el Santiago Bernabéu. Eso e ir renovando poco a poco la exitosa medular que ha dado tantas alegrías en la última década. Pero que necesitaba de ese relevo generacional inevitable.
De forma que la apuesta de la entidad presidida por Florentino Pérez fue como sabemos un Aurélien Tchouaméni que costaba 80 M€. El mediocentro de ahora 23 años firmaba como sabemos hasta 2028 con el cuadro blanco, donde ha tenido que suplir al brasileño, con un rendimiento de más a menos en el primer tramo de la temporada.
Gran capacidad de liderazgo
ha sido titular en 16 de los 18 encuentros que disputara con la escuadra de Chamartín, como antes decíamos. De manera que el centrocampista ha logrado asentarse en el equipo de Carlo Ancelotti, sin que su escuadra apenas note la diferencia. Si bien es cierto que con un cierto bajón en los partidos pre Mundial como muchos otros futbolistas.
Y con el combinado nacional de Didier Deschamps también lo hemos visto ser uno de los líderes de su selección, con un gran despliegue físico e inteligencia táctica para dar equilibrio a un once con hasta cuatro delanteros. Le sobran por tanto mimbres para liderar a un gran equipo, como bien está demostrando ahora. Inglaterra es su siguiente gran reto.
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