El vigente campeón de la Bundesliga ha pasado por encima del Bayer Leverkusen, por lo que conquista el doblete y perseguirá el codiciado triplete con la Champions.
La final de la Copa de Alemania, también conocida como DFB Pokal, acogía un encuentro más que interesante entre Bayer Leverkusen y Bayern Múnich. El Estadio Olímpico de Berlín, que causaba una enorme impresión al no tener público en las gradas por las medidas preventivas del coronavirus, permitiría ver a Kai Havertz frente a uno de sus pretendientes, el flamante campeón de la Bundesliga (ocho entorchados domésticos seguidos).
Superado el cuarto de hora de juego, David Alaba, que ha sido vinculado recientemente con el Inter de Milán, sorprendería a Lukás Hrádecký con un golpeo de libre directo para concederle ventaja en el envite al conjunto liderado por Hans-Dieter Flick (0 – 1).
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Alcanzado el ecuador del primer acto, Serge Gnabry, que está rindiendo a las mil maravillas en la escuadra bávara, se beneficiaría de una exquisita asistencia de Joshua Kimmich para dejar el envite más que encarrilado (0 – 2). Pese a ello, Peter Bosz, míster del Leverkusen, pretendía que sus hombres no arrojasen la toalla en una cita de semejante enjundia.
Lewandowski, el mejor '9' del planeta
Como no podía ser de otra manera, Robert Lewandowski (0 – 3) se sumaría a la fiesta del rodillo bávaro para tumbar prácticamente sobre la lona a su contrincante. Aun así, el Bayer Leverkusen recortaría diferencias en el tanteador gracias a la diana materializada por Sven Bender (1 – 3). El que no había dicho su última palabra era un Lewandowski que, previa acción de quilates de Ivan Perisic, firmaría el doblete en su cuenta particular para convertir el tanto número 51 del presente curso (1 – 4).
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En las postrimerías del envite, el VAR invalidaría un gol del Leverkusen, aunque el colegiado decretaría pena máxima por mano de Alphonso Davies. Un penalti que, de modo sensacional, se encargaría de transformar un Havertz que podría cambiar de aires este mismo verano (2 – 4). Así las cosas, el trofeo iría a parar directamente a las vitrinas del Allianz Arena.
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