Confirmado el cambio de propiedad a Todd Boehly, Clearlake Capital, Mark Walter y Hansjoerg Wyss, el club londinense deberá tomar muchas decisiones en el próximo mercado de fichajes.
En un anuncio de madrugada, el Chelsea ha anunciado el cambio de poder que permitirá desbloquear el club. Los blues, que llegaron a la gloria gracias al despilfarro de Roman Abramovich desde 2003, cuando adquirió el cuadro londinense, serán presididos por el dueño de Los Angeles Dodgers, Todd Boehly.
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La salida de Abramovich significa que las sanciones del Gobierno británico a los oligarcas rusos dejarán de afectar al Chelsea, que podrá volver a actuar con cierta normalidad en el mercado de fichajes. No obstante, parece que es demasiado tarde para evitar varias salidas, como las de Antonio Rüdiger o Andreas Christensen.
Un mercado estival caótico
Teniendo en cuenta las informaciones de las últimas semanas, ambos zagueros abandonarán Stamford Bridge como agentes libres. Rüdiger recalaría en el Real Madrid y Christensen en el FC Barcelona. Además, César Azpilicueta podría acompañar al danés hacia la ciudad condal, tal y como apunta As.
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Un panorama que deja la zaga blue bajo mínimos. En ese sentido, tirar de la cantera y los jugadores cedidos, como Ethan Ampadu (Venecia) Levi Colwill (Huddersfield) puede ser una solución low-cost. No obstante, si el Chelsea quiere volver a competir tendrá que asaltar la banca, intentando cerrar operaciones del calibre de Jules Koundé, así como cerciorarse de renovar tanto a Reece James como a Mason Mount, canteranos y estrellas del equipo.
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