Primera División

Xabi Alonso tiene que lidiar con 3 bombas en el vestuario del Real Madrid

Auténtico toro con el que tiene que lidiar Xabi Alonso en el Real Madrid. Pese a que los resultados están siendo buenos sobre el césped, el entrenador tolosarra se enfrenta a un notable desafío en el vestuario.

Por Iván Vargas
6 min.
Xabi Alonso en Alemania @Maxppp

El Real Madrid atraviesa un momento de turbulencias internas que van más allá de los resultados en el campo. Según algunos medios, Xabi Alonso, el entrenador merengue, comienza a perder la paciencia con ciertos futbolistas cuya actitud está generando fricciones en el grupo. Si en las últimas semanas Vinícius Júnior acaparaba los titulares por su relación tensa con el técnico vasco y la falta de avances en su renovación, ahora es Fede Valverde quien ha robado el protagonismo negativo. El uruguayo, de 27 años, se ha convertido en el foco de las críticas tras una temporada irregular marcada por actuaciones mediocres y un presunto rechazo a adaptarse a las exigencias tácticas del equipo.

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El detonante ha sido la negativa de Valverde a desempeñar el rol de lateral derecho, una posición que el Real Madrid necesitaba cubrir de urgencia ante las lesiones de Dani Carvajal y Trent Alexander-Arnold. En una rueda de prensa reciente, el centrocampista no ocultó su descontento con una frase lapidaria: «No nací para jugar de lateral». Estas declaraciones, que resonaron en el Santiago Bernabéu como un desafío directo a la autoridad de Alonso, no cayeron en saco roto. El entrenador respondió con una sanción ejemplar: Valverde se quedó fuera del once inicial en el partido contra el Kairat Almaty, una decisión que ha avivado los rumores de un conflicto abierto en el seno del club.

¿Qué posición debe reforzar el Real Madrid?
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Sin embargo, Valverde no se ha quedado callado y ha contraatacado a través de un comunicado publicado en sus redes sociales el miércoles. En él, el jugador niega rotundamente las acusaciones de deslealtad: «He leído varios artículos que me perjudican. Sé que he jugado malos partidos, lo soy consciente y lo asumo. Estoy realmente triste. Se puede decir mucho de mí, pero bajo ningún concepto que me niego a jugar. He dado todo y más por este club, he jugado con fracturas, lesionado, y nunca me he quejado ni pedido no jugar». Con estas palabras, Valverde busca reivindicar su compromiso histórico con el Real Madrid, recordando sacrificios pasados que, según él, demuestran su entrega inquebrantable.

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Varios frentes abiertos

A pesar de esta defensa pública, informaciones de la Cadena SER aseguran que el problema con el uruguayo es real y profundo. Valverde se siente incómodo y desorientado en el terreno de juego, ya que su rol natural como mediocentro de contención ha desaparecido en el nuevo sistema táctico impuesto por Alonso, más fluido y versátil.

El comunicado de Valverde no ha ayudado a calmar las aguas; al contrario, en el entorno madridista se le ha calificado de «demasiado dramático», lo que ha avivado el fuego en lugar de apagarlo. No es un caso aislado: Rodrygo Goes también ha expresado descontento por su utilización en el esquema de Alonso, aunque lo ha hecho de forma privada, lo que ha evitado una confrontación mayor con el técnico. Esta discreción ha sido clave para no agravar la situación, a diferencia de la exposición pública de Valverde. Así, Alonso se encuentra gestionando varios frentes espinosos que amenazan la cohesión del equipo en un momento crucial de la temporada.

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Con Vinícius, Rodrygo y ahora Valverde en el ojo del huracán, el vestuario del Real Madrid se asemeja a un polvorín a punto de estallar. Xabi Alonso, conocido por su exigencia y mano firme heredada de su etapa como jugador, debe navegar por estas aguas turbulentas mientras aspira a recuperar el dominio en LaLiga y la Champions. Si no se atajan estos dossiers complicados, otros jugadores podrían sumarse al descontento, poniendo en jaque la estabilidad del proyecto. El club, fiel a su tradición de resolver crisis internas con discreción, observa expectante, pero el reloj corre y la paciencia de todos tiene un límite.

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