Premier League
Antoine Semenyo es el fichaje
El Liverpool está metido dentro de una crisis tremenda después de que explotara el caso Salah y ya peina al mercado en busca de su sucesor, tarea para la cual solo con fuerza el nombre de un Antoine Semenyo que está volviendo a cuajar una gran temporada en el Bournemouth de Andoni Iraola.
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Todas las alarmas saltaron en la ciudad de Liverpool el sábado por la noche, y no por el nuevo pinchazo frente al Leeds, que empató el partido en el tiempo de descuento, sino por lo que sucedió después del mismo, y es que Mohamed Salah, el que debería ser su jugador franquicia, explotó en zona mixta después de no haber asumido su tercera suplencia consecutiva y cargó las tintas contra Slot sin miramientos.
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El egipcio comentó que no entendía por qué era titular y que lo concebía como una manera por parte del técnico neerlandés de que los focos le apuntaran a él y no al equipo. Asimismo, confesó que la relación entre ambos antes era buena, pero que de la noche a la mañana ha pasado a ser inexistente y concluyó diciendo que quizá su próximo partido en Anfield sería el último.
De esta manera, en la prensa inglesa ya dan el caso por perdido, y lo que se quiere ver es si se lo pueden quitar de encima en enero, algo para lo que tendría que intervenir, sin duda alguna, Arabia, o tienen que esperar hasta junio para deshacerse de él. En cualquier situación, hará falta un sucesor y desde la directiva tienen claro quién es el favorito: juega en el Bournemouth y se llama Antoine Semenyo.
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Antoine llevaba varias campañas llamando a la puerta de los grandes gracias a su rendimiento a las órdenes de Iraola, y este curso está confirmando las sensaciones siendo un puñal desde cualquiera de las dos bandas. Su cláusula de rescisión es de 70 millones de euros, y teniendo en cuenta que ese dinero se ingresaría si Mo se ha acabado marchando a la Saudí Pro League, el plan parece viable, según ha informado el ‘Daily Express’.
Este comportamiento de Salah es ciertamente lo último que necesitaban en Liverpool en estos momentos, ya que si no tenían suficiente con el mal rendimiento del colectivo, ahora los diarios locales hablan de guerra civil, una inestabilidad que no fue conocida en la era Klopp y que de repente se ha instaurado en Anfield, mientras siguen vivos, al menos, en la pelea por la Champions League.
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