Al margen de gestionar las posibles incorporaciones del primer equipo, el técnico azulgrana dedica parte de su tiempo a la localización de jugadores que podrían reforzar el filial culé.
Aunque la preparación de la final de la Champions League es su mayor preocupación, Pep Guardiola no quiere descuidar la planificación del curso que viene. De hecho, por mandato suyo, un ojeador del FC Barcelona se desplazó el pasado fin de semana hasta Italia para seguir las evoluciones de un joven futbolista.
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El objetivo del espía culé era Nicola Leali, un prometedor guardameta que acaba de debutar como arquero titular del modesto Brescia (lo hizo el pasado domingo frente al Cesena).
El cancerbero, de sólo 18 años, no pudo evitar la derrota de su equipo (1-0), pero aprovechó la oportunidad para lucir las cualidades (agilidad bajo palos y sobriedad) que también le han permitido ganarse el interés de la Juventus.
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Con el fichaje de este jugador, Guardiola pretende reforzar el filial azulgrana y, de paso, contar con un portero que pueda convertirse en el futuro recambio del hasta ahora intocable Víctor Valdés.
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