Pese a que ha sido un duelo parejo, el combinado de la capital del Turia se ha llevado el gato al agua con una goleada (en el añadido) en el sur de nuestro país. Por tanto, Sergio González se queda contra las cuerdas en un club gaditano que está sufriendo una campaña muy compleja.
En una sesión dominical marcada por el Clásico de la final de la Supercopa de España (en Arabia Saudí), tampoco conviene dejar de lado la programación de nuestra Liga. Así las cosas, era el turno de un Cádiz que llegaba en horas bajas por la preocupante dinámica en la que se está viendo inmerso prácticamente durante toda esta temporada. Por tanto, el plantel andaluz confiaba en dar la vuelta a la tortilla frente a un Valencia que se encuentra en la zona tranquila.
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Sergio González se decantaría de entrada por un Jeremías Ledesma que siempre se ha caracterizado por arañar muchos puntos a favor de los suyos. Un cancerbero que, además, quedaría resguardado en su sistema defensivo por Iza Carcelén, Luis Hernández, Fali y Javi Hernández. Igualmente, la parcela ancha estaría reforzada con tres piezas como Fede San Emeterio, Rubén Alcaraz y Rominigue Kouamé. Y Robert Navarro e Iván Alejo buscarían asociarse con su referente arriba: Chris Ramos.
Por lo que respecta a la disposición táctica de un Rubén Baraja que está efectuando un estupendo trabajo, contaría con Giorgi Mamardashvili como el guardián de su arco. Por delante, una retaguardia integrada por Dimitri Foulquier, Cristhian Mosquera, Gabriel Paulista y José Luis Gayà. La medular correría a cargo de Hugo Guillamón y Pepelu, concediendo libertad a Fran Pérez y Sergi Canós. En punta de lanza, la dupla de baile de Diego López y Hugo Duro.
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Sergio González, casi sentenciado en Cádiz
Kouamé se mostraría como un manojo de nervios en el centro del campo gaditano, al tiempo que Mosquera estaría imperial para anticiparse a Navarro en el envío de Alejo. El que no fallaría sería Hugo Duro (0 – 1), todo ello en una acción iniciada por un Foulquier que encontraría a un Diego López que superaría con su velocidad a Fali. La réplica llegaría con el desborde de Alejo, si bien es cierto que el extremo no sería capaz de encontrar a un desmarcado Ramos.
Gonzalo Escalante tuvo que reemplazar a San Emeterio (parece lesión grave), mientras que el trencilla decretaría una pena máxima favorable a los locales al consultar el monitor. Un lanzamiento desde el punto fatídico que ejecutaría y transformaría Alcaraz (1 – 1), un futbolista que se quedó con la miel en los labios (para su doblete) por una soberbia parada de Mamardashvili. Igualmente, Fali salvaría los muebles bajo palos en lo que era un gol cantado de Canós.
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La intensidad se reduciría de forma considerable en las postrimerías del primer acto, aunque Mamardashvili tendría que intervenir en un par de acciones aisladas. Los blanquinegros sufrían en demasía en las jugadas de estrategia (pelota parada), aunque evidenciaban su calidad cada vez que se adentraban en el campo de su oponente. Precisamente, el exquisito recurso de Canós sería aprovechado por Diego López para convertir el 1 – 2. Por último, Javi Guerra (1 – 3) y Jesús Vázquez (1 – 4) certificarían el contundente triunfo del Valencia en el Nuevo Mirandilla.
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