La Fiorentina recibía en el Stadio Artemio Franchi al actual líder de la Serie B, el Parma. A priori los viola eran favoritos para pasar a los cuartos de final de la Coppa de Italia, pero se vieron sorprendidos pronto por la pujanza de los visitantes, que además lograron dos goles en el 21' y 23', obra de Adrián Bernabé y Ange-Yoan Bonny. Dianas que, unidas a la decisión del VAR de no pitar penalti sobre Brekalo, daban gran ventaja a los visitantes.
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Lo intentarían de nuevo los viola en la segunda mitad pero los minutos pasaban sin que pudieran materializar sus opciones, y sin que llegara ese primer gol que pusiera nerviosa a la zaga parmesana. Hasta que en el 83 M’Bala Nzola diera esperanzas. Y ya en el 89' un penalti cometido sobre Sottil que se revisaba en el VAR, permitía a este jugador empatar el marcador y mandar el encuentro a la prórroga.
Y tras la misma, sin que hubiera más goles, nos fuimos a los penaltis. Donde los locales estuvieron mucho más acertados para ganar la tanda por 4-1 y meterse en cuartos de final de este torneo copero, que tendrá en enero sus rondas decisivas.
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