Los diablos rojos fueron mejores durante casi todo el encuentro. Pero los andaluces resistieron y en un arreón de fe, unido a un gran tramo final de partido, lograron llevarse un empate que deja la eliminatoria abierta para decidirse en el Sánchez Pizjuán. El rey de la Europa League se aferra a su trofeo fetiche.
El gran reto y preocupación del Sevilla no ha sido esta temporada la Europa League. Pero es su torneo fetiche, que domina como nadie, y entre eso y una serie de combinaciones afortunadas de sorteos y jugadas en el filo, los andaluces se plantaron en cuartos de final. Ante el gran favorito como es el Manchester United. Que debía medir a los de José Luis Mendilibar, afianzados en su gran historia y carácter competitivo para intentar dar la sorpresa hoy. Aunque pronto vimos que los locales no estaban por la labor de colaborar.
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Jadon Sancho marcaba en el primer minuto pero su gol era anulado por fuera de juego. Un primer indicio de que los diablos rojos apretarían arriba, desplegando ese fútbol vertical que tantas alegrías ha dado a Erik Ten Hag desde el Mundial. Y a pesar de no tener esta noche a su gran goleador, Marcus Rashford, encontraron a un sustituto inesperado que cumplía con nota. Marcel Sabitzer, sin ser un delantero centro al uso, ejerció como tal para anotar dos goles similares en ese primer acto, moviéndose perfectamente entre líneas.
Sus dianas en el 25' y 21' las podría haber firmado cualquier delantero de primer nivel. El austríaco es un centrocampista de gran llegada pero esta noche sorprendía a propios y extraños con ese doblete tras una temporada un tanto discreta desde su cesión en el Bayern Múnich. El Sevilla estaba noqueado, pero sabe agarrarse a este torneo. A base de coraje los de José Luis Mendilibar acabaron por igualar algo las fuerzas en el final del primer acto, forzaron una amarilla clave de Bruno Fernandes e incluso pudieron recortar distancias por medio de un Tanguy Nianzou que antes había fallado estrepitosamente en el segundo gol local.
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El Sevilla rescata la épica y la mística
En la segunda parte el plan de los locales estaba claro y era obviamente legítimo y esperado. Mantener el orden ante un Sevilla que quiso hacer algo más que en la primera parte. Los españoles tuvieron algo más la pelota que su rival, aunque sin excesivo peligro sobre el área de David De Gea. Mientras los diablos rojos esperaban alguna contra, lideradas principalmente por Anthony, que en banda derecha hacía estragos en cada subida de su escuadra. Poniendo en aprietos a Bono.
En el 61' encontraba el brasileño de hecho la madera en la ocasión más clara de toda la segunda mitad para los suyos. Y se mantenía por tanto vivo el Sevilla, esperando un gol que le pudiera meter en la eliminatoria con una perspectiva más global aguardando esa vuelta en el Sánchez Pizjuán. Pero sin rematar a portería es complicado dañar a tu rival. Los centros de jugadores como Suso o Navas, entrados en la segunda parte, no encontraban a Youssef En-Nesyri. El Sevilla resistía pero necesitaba algo más.
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Y ese golpe de suerte, o fe, llámenlo como quieran, llegaba en el 83' cuando Jesús Navas peleaba un balón que parecía perdido y su centro era interceptado por Tyrell Malacia para adentrarse el balón en la meta de De Gea. Un gol que metía al Sevilla en la eliminatoria, de la que estuvo fuera por muchos momentos. Poco después se lesionaba Lisandro Martínez, dejando más frío todavía a los locales, y de hecho David De Gea tuvo que hacer una gran parada para evitar el empate de En-Nesyri en el descuento. Pero poco después anotaba el marroquí el tanto el empate en una acción afortunada con una carambola de Harry Maguire que se colaba en la meta de David De Gea.
Igual que vimos en repetidas ocasiones con el Real Madrid la temporada pasada, o al propio equipo andaluz en un pasado reciente ante rivales superiores, el Sevilla se supo reponer y cambiar el guión por completo. Engrandeciendo su competición favorita, noqueando al gran candidato, y sobre todo desafiando las leyes de toda lógica. El estado de ánimo es fundamental en el fútbol y el Sevilla lo domina como nadie en este escenario. Así que, de estar eliminado en la Europa League ha pasado a cosechar un magnífico resultado que vuelve a dejar todo abierto.
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