Autor de un sensacional partido ante el Borussia Dortmund, el marroquí Achraf Hakimi va poco a poco recuperando su mejor nivel. Tras dejar atrás diversos problemas extradeportivos que lastraron su rendimiento el pasado curso, el zaguero vuelve a ser una pieza determinante para el PSG.
Anoche, el París Saint-Germain superó al Borussia Dortmund en su primer encuentro de la presente edición de la Liga de Campeones. Aunque vienen firmando un inicio de Ligue 1 más bien irregular, los capitalinos ofrecieron un buen nivel y sumaron los tres primeros puntos en la carrera por acceder a los octavos de final de la competición.
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En el duelo sobresalió una figura inesperada, la de Achraf Hakimi. El zaguero marroquí resultó clave en la jugada que dio origen al penalti que supuso el 1-0, transformado por Kylian Mbappé, y finalizó con suma calidad la acción que se convirtió en el definitivo 2-0. Además, durante los 90 minutos, se mostró muy combativo y participativo y dejó claro que se entiende a la perfección con Ousmane Dembélé.
Al norteafricano, de 24 años, le ha sentado especialmente bien el desembarco de Luis Enrique, técnico asturiano que le ha brindado su plena confianza desde el primer instante y que, además, ha creado el marco oportuno para que el ex del Real Madrid pueda exhibir sus mejores cualidades.
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Seguramente, el renacer del lateral diestro también está directamente relacionado con el enfriamiento de la polémica en la que se vio envuelto el pasado curso, cuando fue acusado de violación. Por ahora, la justicia francesa no ha avanzado en la investigación y ese descenso del ruido mediático ha resultado decisivo para que el jugador pueda concentrarse en su trabajo y, poco a poco, vaya recuperando el crédito perdido.
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