El Submarino Amarillo tomaría la delantera gracias a un Gerard Moreno que es talento en estado puro. Y hablando de calidad, qué decir de la magia de un Antoine Griezmann que asistiría a Axel Witsel y firmaría una diana en la victoria colchonera. Una fiesta a la que también se uniría Samuel Lino.
El Atlético de Madrid se dio un auténtico festín a costa del Celtic de Glasgow en su contienda más reciente de la fase de grupos de la Champions. Una goleada espectacular que, a buen seguro, puede impulsar a la entidad que preside Enrique Cerezo hacia los octavos de final de la competición más destacada del planeta fútbol. En lo que guarda conexión directa con la sesión dominical, disfrutaría del apoyo de su fiel hinchada para enfrentarse con un Villarreal en horas bajas.
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Diego Pablo Simeone contaría, como viene siendo costumbre, con la seguridad de uno de los mejores cancerberos de la historia reciente del deporte rey a escala global. Un Jan Oblak que tendría la cooperación defensiva de un esquema de tres centrales con José María Giménez, Axel Witsel y Mario Hermoso. Los carriles serían propiedad de Nahuel Molina y Rodrigo Riquelme, dejando que Rodrigo De Paul, Koke Resurrección y Saúl Ñíguez se asociasen con Álvaro Morata y Antoine Griezmann.
Por lo que respecta a la apuesta de Miguel Ángel Tena (director técnico), encargado de suplir temporalmente al cesado Pacheta, tendría a Filip Jörgensen en su portería. Este cancerbero quedaría flanqueado en su retaguardia por Adrià Altimira, Raúl Albiol, Jorge Cuenca y Alberto Moreno, junto con el doble pivote compuesto por Étienne Capoue y Dani Parejo. A lo que es conveniente añadir que Álex Baena y Yeremy Pino surtirían de balones a Gerard Moreno y Alexander Sörloth.
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Antoine Griezmann es el líder del Atlético de Madrid
Saúl se quedaría a las puertas de culminar una gran triangulación con un acrobático remate de espuela, al tiempo que Molina y De Paul dejaban bastantes lagunas por el flanco derecho. Una cuestión que avistaría el Submarino Amarillo prácticamente desde el principio, encontrando un filón para su producción ofensiva por esa parcela del campo. Es más, Oblak tendría que intervenir hasta en dos ocasiones para conservar la paridad al ganar la partida a Cuenca y Yeremy.
Pese a ello, nada podría hacer el muro esloveno para frenar a un Gerard que mejora cualquier balón que toca (0 – 1). Acto seguido, el salvador Jan irrumpiría de nuevo en escena en el mano a mano con un Sörloth (lesionado) que acabaría siendo reemplazado por Ramón Terrats. En cuanto a Albiol, estaba dando un auténtico clínic como el mariscal groguet. Jörgensen realizaría una meritoria doble parada, aunque Witsel nivelaría las fuerzas al aprovechar un caramelo de Griezmann (1 – 1).
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Tras la reanudación, los rojiblancos darían un paso al frente para materializar con éxito la remontada en el Cívitas Metropolitano. En concreto, a través de las incursiones de un Marcos Llorente que supliría a Saúl y regalaría dos exquisitos envíos a Morata. Sin embargo, por increíble que parezca, el inspirado Álvaro no lograría dar con el camino idóneo hacia la senda del gol (y eso que está en un momento pletórico). Es más, vería portería, pero no sería legal por fuera de juego de Griezmann. Un Antoine que se sacaría la espina al transformar una diana preciosa (2 – 1), en una acción de tiralíneas, mientras que Samu Lino confirmaría el triunfo del Atleti (3 – 1).
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