La derrota sin paliativos ante el Bayer Leverkusen hizo ya saltar las alarmas desde el mismo sábado. Pasan los días, llega el duelo ante la Lazio y las revelaciones que salen del vestuario siguen sin ser halagüeñas.
Después de conquistar la pasada Bundesliga in extremis, el Bayern Múnich encaraba su primer proyecto completo con Thomas Tuchel al mando. El ilusionante fichaje de Harry Kane era la punta de lanza de ese plan para devolver a los bávaros la contundencia perdida, que le costara el puesto a Julian Nagelsmann en marzo en pleno parón de selecciones. El goleador inglés ha funcionado pero pocas cosas más lo han hecho.
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Sin Supercopa de Alemania en agosto, eliminados de la DFB Pokal a las primeras de cambio, y ahora a cinco puntos de ese Bayer Leverkusen que enamora a todos camino del título, tras golear a los bávaros el sábado. Las críticas se han incrementado y han sonado ya todas las alarmas en el seno de la escuadra germana. Pero hay más, porque ya trascienden divisiones internas en el vestuario que amenazan con complicar más las cosas, especialmente en vísperas de visitar mañana a la Lazio en Liga de Campeones.
Grietas en el vestuario
"Estoy muy enfadado. Felicitaciones al Leverkusen, es una victoria absolutamente merecida. En los entrenamientos mostramos mucho mejor enfoque porque somos más valientes y jugamos más al fútbol. A veces nos falta libertad en los partidos, pensamos demasiado. El Leverkusen juega con sencillez, busca soluciones. Cuando las cosas se ponen difíciles, tenemos que poner el balón en el campo contrario con más frecuencia", afirmaba el entrenador, Thomas Tuchel, este mismo sábado tras esa derrota.
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Tras el duelo ya trascendía en diferentes medios como Bild el malestar de un Matthijs De Ligt a quien el técnico parece haber arrinconado, optando por Eric Dier y Kim Min-jae recién llegado de la Copa de Asia para su defensa. De hecho hay ya rumores sobre un adiós del neerlandés a final de temporada. Pero este martes Sport1 revela otra clara grieta dentro del vestuario del campeón alemán.
Y es que varios jugadores no estarían contentos con la llegada de muchos jugadores recientes, que consideran no tienen el ADN adecuado para el club, de ahí su pérdida de competitividad. Esto mientras no aparece un liderazgo claro dentro de esta escuadra donde los veteranos están cada vez más desgastado y los jóvenes no terminan de dar el paso definitivo. ¿Transición o declive?
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