Liga de Campeones | El Arsenal abusa de un Real Madrid paupérrimo
El Arsenal pasa por encima de un Real Madrid que poco o nada ha podido hacer para frenar las constantes acometidas de una escuadra londinense que se hizo acreedora de la victoria. Los blancos, obligados a protagonizar una noche histórica en la vuelta si no quieren quedar fuera de la Liga de Campeones.

La Liga de Campeones está de vuelta. La máxima competición continental regresaba hoy a la acción con el campeón, un Real Madrid que, pese a no estar ofreciendo su mejor versión esta temporada, aún se mantiene con vida en todas las competiciones. El equipo de Carlo Ancelotti visitaba Londres para medirse nada menos que al Arsenal, escuadra que ha mejorado a pasos agigantados desde la llegada de Mikel Arteta como entrenador.
El choque estaba llamado a ser de primer nivel y, lo cierto, es que cumplió con las expectativas. Los gunners salieron con todo para llegar a Madrid con una ventaja sólida de goles, mientras los blancos buscaban olvidar la derrota liguera ante el Valencia de hace unos días y afrontar la vuelta con confianza.
Courtois no fue suficiente
Uno de los grandes protagonistas de la primera mitad fue el guardameta Thibaut Courtois. Y es que el belga fue clave con dos paradones que evitaron el gol local cuando los primeros cuarenta y cinco minutos agonizaban. Fue una primera parte en la que, aunque tuvo algunas ocasiones interesantes en los pies de Vinícius y Kylian Mbappé, el Real Madrid no fue mejor pero supo resistir las acometidas de un Arsenal que, por momentos, logró dominarlo.
La segunda parte fue una historia completamente distinta, donde el gran nombre propio fue Declan Rice. El centrocampista se sacó dos golazos sensacionales de la chistera en sendos lanzamientos de falta, provocando el delirio de los aficionados. Si bien su tanto en el 57, esquivando la barrera por el exterior con una rosca infernal, fue bueno, el segundo, ajustando el esférico a la escuadra en el 69, fue un ejercicio de francotirador.
A esas alturas de la película, la ventaja del Arsenal podría haber sido incluso mayor, ya que Courtois ya se había encargado de evitar varios tantos ingleses que, por méritos, merecían haber anotado. Vinícius estaba desaparecido, Rodrygo era una sombra, Kylian Mbappé estaba completamente desasistido y únicamente Jude Bellingham mostraba algo de pundonor con un esfuerzo físico sobresaliente.
Cuando el partido iba a entrar en el último cuarto de hora, el Arsenal hizo el tercero. Mikel Merino apareció desde segunda línea para rematar a la perfección desde la frontal y poner al Real Madrid contra las cuerdas. Sin duda, los blancos se estaban llevando un severo correctivo y todos los ojos estaban puestos en la gestión de Carlo Ancelotti.
Lejos de reaccionar en la recta final ante un Arsenal que nunca dio un paso atrás y siguió presionando, los blancos se van con una sonora bofetada en la cara y se verán obligados a protagonizar una remontada épica en el Santiago Bernabéu en la vuelta si no quieren quedarse fuera de una Liga de Campeones que parece ahora más lejos que nunca.
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