Los de Erik Ten Hag le dan la vuelta a un disputado derbi que tuvo de todo. Una parte para cada equipo y más fe para los locales, que lograron imponerse a los vigentes campeones. Que se vuelven a complicar la defensa del título.
Muchas expectativas había sobre este gran encuentro. Propias de un derbi pero también en claras dinámicas diferentes ambos equipos conforme a lo que pasaba meses atrás cuando el Manchester City goleaba al Manchester United. En esta vigésima jornada que abre la segunda vuelta de la Premier League los de Erik Ten Hag recibían en casa en mejor forma a los de Pep Guadiola, en su momento bajo del curso. Algo de lo que sabía aprovecharse el neerlandés con su planteamiento.
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No quiso disputarle en ningún momento la posesión a los visitantes y en cambio planteó un interesante encuentro de guerrillas y disputas en el que Casemiro se adueñó del centro del campo haciendo gala de sus mejores virtudes. Con un omnipresente Bruno Fernandes y Marcus Rashford amenazante, gozando de una clara ocasión para marcar. Perdonaba el delantero inglés que en el 42' tenía la más clara en una excursión de Ederson que Manuel Akanji sacaba bajo palos. Los campeones también amenazaron con Erling Haaland pero no encontraban fluidez en su juego como en otras ocasiones. Así que el partido se marchaba sin goles al descanso. Por cierto que Rashford daba el susto antes de acabar el primer acto al caer lesionado.
Una segunda parte estelar
En cambio volvía tras el descanso mientras era Antony quien relevaba a Anthony Martial en ese intermedio. Tras el cual vimos de nuevo la mejor versión de los hoy visitantes una vez más. Personificada en un Kevin De Bruyne que se adueñó del partido, firmando en el 57' una excelente jugada con asistencia incluida para que Jack Grealish abriera el marcador. Un gol que hizo daño al Manchester United al no ver premiado su gran esfuerzo de la primera parte sino más bien lo contrario.
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Pero los sky blues no sentenciaron y lo acabarían pagando en el tramo final. En el 78' Bruno Fernandes, que anotaba un gol polémico porque Marcus Rashford estaba en fuera de juego, corrió a por la pelota pero sin tocarla. El árbitro concedió el gol y dejó en shock al Manchester City. A quien el citado delantero golpeaba cinco minutos más tarde con la diana que le daba la vuelta al partido, a pase de Alejandro Garnacho. Algo similar a lo sucedido la primavera pasada en el Santiago Bernabéu, en minutos donde los campeones de Inglaterra se vinieron abajo anímicamente.
Y no lograron empatar el encuentro en una recta final que los de Old Trafford lograron cerrar perfectamente. Una victoria con gran carga anímica para el Manchester United, que sigue creciendo en esta temporada y que reforzará mucho más a su entrenador y jugadores. Y un revés más para el City que está teniendo un complicado mes de enero.
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