Aunque su currículum es aún modesto, el joven centrocampista se ha convertido en protagonista de una reñida batalla que enfrenta a multitud de escuadras europeas.
En la recta final del mercado estival, el TSG Hoffenheim decidió apostar por Gylfi Sigurdsson, un joven futbolista islandés que militaba en la modesta Championship (segunda división inglesa).
El cuantioso desembolso que supuso esta contratación, unos 8 M€, ya vaticinaba su talento, aunque quedaba por ver si el centrocampista sabría adaptarse a las exigencias de la Bundesliga. Y tras 11 jornadas, las dudas se han disipado.
En este periodo, el internacional (3 veces) ha sido capaz de convencer por su capacidad para aunar sacrificio defensivo, hábil manejo de balón y presencia en ataque (suma 4 tantos en 7 partidos), cualidades que le han permitido llamar la atención de un buen número de clubes del continente, entre los que se incluye, según la Cadena Ser, el Atlético de Madrid.
Hasta llegar al torneo alemán, el nórdico tuvo que fajarse en clubes modestos de Inglaterra, entre los que se encuentran Shrewsbury Town (6 partidos, 1 tanto), Crewe Alexandra (13, 1) y Reading (50, 22).
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