Marcus Rashford aprieta por el Barcelona

Tras recuperar parte de su credibilidad gracias a la confianza que depositó Unai Emery en él al darle una oportunidad en el Aston Villa como cedido, Marcus Rashford debe regresar al Manchester United cuando acabe la temporada, pero sigue sin estar en los planes de un Rúben Amorim que le puso la cruz en su primera etapa juntos.

El entrenador portugués no olvida los episodios de indisciplina fuera del campo, ni la apatía con la que supuestamente entrenaba en Carrington, dos situaciones que no son compatibles con un club que necesita el máximo esfuerzo de cada uno de sus integrantes para poco a poco superar esta crisis (en principio coyuntural) que ya se extiende a casi una década.

En el Aston Villa ha dejado buenas actuaciones tanto en Premier League, como en la Champions League, partiendo desde la posición de delantero centro, lo que ha implicado varias suplencias de un Watkins que hasta entonces era la estrella del equipo. Debido a su notable rendimiento, los villanos no descartan pelear por otro año de cesión. Sin embargo, la prioridad de Rashford es jugar la Liga de Campeones, y, si es posible, en un club que aspire a levantarla.

El Barcelona ya estaba en la cabeza de Rashford

Los coqueteos de Marcus con el Barcelona no son nuevos. El pasado verano se ofreció a la directiva culé, intentando ser esa nueva estrella que se necesitaba en banda izquierda antes de la excepcional temporada de Raphinha. No obstante, la delicada situación de las finanzas en Can Barça y la explosión del brasileño a niveles insospechados hacen que esa necesidad haya bajado y no se está tan dispuesto a realizar una oferta que satisfaga sus altas demandas salariales.

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Dando un paso más en dirección Barcelona, según la información de ‘Mundo Deportivo’, Marcus Rashford ha cambiado de agente y ahora es Pini Zahavi el que le representa, al igual que hace con grandes activos del actual campeón de Copa del Rey, como son Hansi Flick o Robert Lewandowski. En el mundo del fútbol ningún movimiento es fruto de la casualidad y Rashford ya está moviendo sus piezas en lo que promete ser un verano importante en su carrera.

En caso de poder llegar a un acuerdo, la fórmula utilizada para que llegara al Barcelona sería una cesión, nunca un traspaso. Debido a la decadencia del extremo en los últimos meses, ningún club está dispuesto a apostar tan fuerte por un jugador que aún tiene 27 años y sí ha demostrado que puede rendir como un jugador top mundial.