Viktor Gyökeres, ¡qué fichaje!

Ayer por la noche el Arsenal ofreció a sus aficionados una noche de Liga de Campeones brillante en el Emirates Stadium. Enfrentados al Atlético de Madrid de Diego Simeone, los Gunners dieron un gran golpe al imponerse (4-0) gracias a una avalancha de cuatro goles en solo trece minutos. Durante mucho tiempo, el partido se jugó en una especie de pulso táctico donde el Arsenal dominaba, combinaba bien en los pequeños espacios, pero se topaba con un Jan Oblak en gran forma y con una defensa compacta. Eberechi Eze había tocado el larguero, Declan Rice había fallado una ocasión enorme, y Bukayo Saka, como Viktor Gyökeres, habían visto sus intentos repelidos por el portero esloveno. Justo después del descanso, Julián Álvarez había provocado algunos sudores fríos al Emirates al golpear el larguero. Pero a la hora de juego, todo cambió.

Este cambio de dinámica ha venido de un tiro libre golpeado con precisión por Declan Rice. En el segundo poste, Gabriel ha surgido a espaldas de la defensa madrileña para colocar una cabeza cruzada perfecta y liberar el estadio. Apenas unos segundos después, el defensor brasileño brillaba también su propia área al contrarrestar un disparo peligroso de Giuliano Simeone, impidiendo la igualada. En ese momento, el Arsenal notó cambiar el viento y decidió cambiar. Siete minutos después, el joven Myles Lewis-Skelly traspasaba las líneas adversarias en una carrera magnífica, antes de enlazar con un Gabriel Martinelli por la izquierda que temblaba para ajusticiar a Oblak con un disparo colocado al segundo poste. El cerrojo estaba roto, y el Atlético explotaba bajo la presión londinense. En el espacio de seis minutos posteriores, Viktor Gyökeres iba a rematar el trabajo y transformar una bonita velada en una demostración europea.

Viktor Gyökeres, pletórico

Para el goleador sueco, este partido tenía un sabor particular. Llegado este verano por una suma considerable, Gyökeres arrastraba desde hacía varias semanas una pesada carga, la de no haber marcado ya desde siete encuentros atrás. Este mutismo empezaba a alimentar los debates en la prensa inglesa y entre algunos aficionados, que se interrogaban sobre su capacidad para imponerse al más alto nivel. Sus actuaciones seguían siendo sólidas en el juego, pero la eficacia, lo que define a un delantero, faltaba cruelmente. Las comparaciones con otros grandes nombres de la Premier League llovían, y cada partido se convertía en una nueva presión. Pero esta velada de Liga de Campeones ante un adversario reputado por no ceder nada ha cambiado la cosa: «queremos ganar trofeos, es nuestro deseo y es la cosa más importante y por supuesto, quiero contribuir y marcar goles. Marcar cuatro goles y conservar una vez más su portería a cero, es excelente. Seguimos siempre en nuestra racha. Defendemos bien y, cuando creamos ocasiones, somos extremadamente fuertes para concretarlas. Intento siempre hacer de mi mejor, trabajar duro, contribuir de diferentes maneras, y los objetivos habrían sido alcanzados tarde o temprano».

Su primer gol, en el minuto 67, simboliza perfectamente su determinación. En una acción confusa en el área madrileña, tras un disparo mal repelido, el sueco ha emergido entre la melé para empujar el balón al fondo, arrancando literalmente el tercer gol londinense. Luego, en el minuto 73, vino en un córner sacado Rice. Gabriel, de nuevo él, prolongaba de cabeza al segundo poste y Gyökeres, perfectamente colocado, concluía a quemarropa. En menos de diez minutos, había roto su racha negra y recordado por qué el Arsenal había invertido en él una cantidad millonaria. «Viktor lo merecía porque todo lo que veíamos en términos de lo que aportaba al equipo y en qué medida ayudaba al equipo en numerosos dominios, aparte de marcar goles durante las últimas semanas, no había ningún debate sobre eso. Se trataba de mantener la confianza en él, de mantener ese estado de ánimo que le permitía disfrutar plenamente de su juego. Tenía una gran sonrisa. Miro también a sus compañeros: están todos muy felices por él, porque lo merecía. Nos hace un equipo mucho mejor. Nos hemos vuelto mucho más imprevisibles. Es tan físico y su manera de presionar y conservar el balón es fenomenal. Y la guinda del pastel, son los goles. Ha marcado dos muy diferentes hoy, y espero que tome su impulso y encadene una buena racha», declaraba Arteta en rueda de prensa.

Más allá de la actuación individual, el partido de ayer puede marcar un punto de inflexión en la temporada del sueco. Los grandes delanteros se juzgan en los grandes citas, y ante el Atlético de Madrid, Viktor Gyökeres ha hecho callar a sus detractores. Este doblete podría liberar definitivamente a un jugador cuya confianza estaba erosionada por las críticas. Llevado en volandas por una dinámica colectiva impresionante, Gyökeres parece ahora listo para volver a ser el rematador temible que Europa conoció en el Sporting. ¿Y si este partido de octubre marca el comienzo de un nuevo capítulo para él… y para el Arsenal?