Europa League | El Eintracht Frankfurt completa la tarea ante el West Ham

Por Juan C. Navarro
2 min.
Santos Borré celebra el tanto ante el West Ham @Maxppp

El Eintracht Frankfurt certificó su presencia en la final de la Europa League tras doblegar por segunda vez al West Ham United (1-0). El partido quedó marcado por la tempranera expulsión de Aaron Cresswell y el posterior gol de Santos Borré, dos obstáculos que acabaron resultando insalvables para el combativo cuadro londinense.

Eliminado el valor doble de los goles anotados fuera de casa, parecía claro que el devenir de la eliminatoria entre Eintracht Frankfurt y West Ham United iba a depender en gran medida de quién lograse el primer gol del encuentro. Y es que, tras el 1-2 de la ida, bastaba con que los ingleses sumaran un tanto para que el partido se transformase en casi una final anticipada.

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Y sí, el gol inicial fue decisivo, pero más aún que, minutos antes de encajarlo, el West Ham se quedase con un hombre menos. En el 18, tras consultar con el VAR, el colegiado español Gil Manzano decidió expulsar a Aaron Cresswell por frenar la carrera de un rival siendo el último hombre y con ello dinamitó, casi por completo, las opciones de remontada de los londinenses.

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Aunque David Moyes reaccionó rápido metiendo a un nuevo defensa, los locales comprendieron que era el momento de apretar y, tras meter una marcha más, acabaron sumando el citado tanto a los 26 minutos. Su autor, un Santos Borré que apenas tuvo que empujar a puerta un buen envío de Ansgar Knauff.

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El West Ham no logra reaccionar

Ya que la primera parte había acabado con Evan N'Dicka sacando bajo palos un cabezazo de Kurt Zouma, el Eintracht atacó el segundo acto con la idea de finiquitar el asunto lo más pronto posible. Parecía complicado creer que los hammers pudiesen remontar la eliminatoria con solo 10 sobre el verde, pero dicha acción había dejado claro que su rival, aunque solo fuese por dignidad, no iba a tirar la toalla con facilidad.

Pese a sus intentos, los germanos no lograron encontrar la forma de sumar ese segundo y definitivo tanto, por lo que, con el paso de los minutos, su actitud mutó de ofensiva a más bien contemplativa. Los ingleses, que bastante habían hecho con aguantar, decidieron probar fortuna por última vez y dieron un paso al frente con la idea de buscar un gol que metiese el miedo en el cuerpo de su rival y les diese opciones de completar una remontada épica, pero su esfuerzo no encontró premio.

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Sin ya grandes oportunidades ni más jugadas dignas de mención, el partido alcanzó su final con un exiguo 1-0 que permite a los de Oliver Glasner disputar la final del segundo máximo torneo continental. El próximo miércoles 18 de mayo, el Rangers será su último rival en la carrera por el título.

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