Por qué Liverpool puede gastar tanto en el mercado de fichajes
¿Cómo puede Liverpool gastar tanto en este mercado de verano a pesar de las reglas del fair play financiero inglés? Esa es la pregunta que todos se hacen en Inglaterra. Aquí van algunos elementos de respuesta.

El mercado de fichajes veraniego de 2025 ha sorprendido a muchos en Inglaterra, especialmente por la capacidad de Liverpool para realizar inversiones millonarias sin infringir las reglas del Profit and Sustainability Rules (PSR), el fair-play financiero de la Premier League. Estas normas permiten a los clubes acumular pérdidas de hasta 120 millones de libras en un ciclo de tres años, una flexibilidad que, combinada con una gestión financiera impecable, ha permitido a los ‘Reds’ gastar más de 300 millones de euros este verano. La pregunta que todos se hacen es: ¿cómo es posible que Liverpool pueda permitirse tales desembolsos y aún tenga margen para romper récords?
Según explica nuestro compañero Aurélien Léger-Moëc, la solidez económica del Liverpool es innegable. Con un volumen de negocio de 614 millones de libras según sus últimas cuentas, el club gestionado por Fenway Sports Group ha demostrado una prudencia que, aunque a veces criticada por los aficionados por su aparente reticencia a gastar, ha generado una base financiera robusta. Esta estrategia se refleja en los últimos mercados de fichajes, donde el club ha sabido equilibrar ingresos y gastos. Por ejemplo, el verano pasado solo invirtieron 12 millones de euros en Federico Chiesa, mientras que lograron recaudar 50 millones con traspasos salientes, lo que les permitió mantener un balance positivo.
La clave del éxito financiero de Liverpool radica en su capacidad para generar beneficios netos a través de ventas estratégicas. Este verano, el club ha ingresado 60 millones de euros por la venta de cuatro jugadores, muchos de ellos formados en la cantera, lo que supone un beneficio puro bajo las reglas del PSR. Además, nombres como Luis Díaz, Darwin Núñez o Harvey Elliott podrían dejar el club, con traspasos que podrían superar los 150 millones de euros en conjunto. Estas operaciones, combinadas con ingresos comerciales en constante aumento, permiten a Liverpool soñar con fichajes de gran calibre, como los rumoreados Alexander Isak (por 150 millones de euros) o incluso Rodrygo, del Real Madrid.
Sin escatimar en gastos
A diferencia de otros clubes como Everton o Nottingham Forest, que han enfrentado sanciones por incumplir el PSR, o Newcastle, que ha tenido que limitar sus gastos a pesar de su respaldo financiero, el Liverpool ha sabido moverse con astucia en el mercado. La ausencia de grandes dispendios en los últimos años, con fichajes como Mohamed Salah o Luis Díaz realizados antes de que los precios del mercado se dispararan, ha dado al club un margen considerable. Este verano, por ejemplo, el club no había superado los 100 millones de euros en un solo traspaso hasta la llegada de Florian Wirtz, un hito que marca su nueva ambición.
El momento elegido para este despliegue económico no es casualidad. Tras proclamarse campeones de la Premier League, los Reds no quieren dormirse en los laureles, especialmente en un contexto en el que sus rivales directos también se están reforzando. Según ‘Sky Sports’, el Liverpool podría gastar hasta 575 millones de euros en este mercado sin temor a sanciones, una cifra que refleja su fortaleza financiera y su planificación a largo plazo. Este enfoque les permite no solo competir por los mejores talentos, sino también enviar un mensaje claro: el Liverpool está decidido a mantenerse en la élite.
La capacidad de Liverpool para dominar el mercado de fichajes este verano se basa en una combinación de ingresos comerciales crecientes, ventas estratégicas y una gestión financiera prudente durante años. Mientras otros clubes luchan por cumplir con las reglas del fair-play financiero, los ‘Reds’ han construido un modelo sostenible que les permite soñar en grande. Con posibles incorporaciones de primer nivel y un proyecto deportivo ambicioso, el Liverpool de 2025 se posiciona como un gigante no solo en Inglaterra, sino en toda Europa.
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