Liga de Campeones | Marc-André ter Stegen rescata a un preocupante FC Barcelona

Por Rafael Castro
3 min.
Lionel Messi marcando un penalti @Maxppp

El cuadro culé retomaba la Liga de Campeones antes del parón de selecciones de noviembre, con el objetivo de encarrilar ya el pase a octavos de final con un triunfo. Que se ha conseguido pero con una imagen muy mala.

Este nuevo FC Barcelona que todavía nos sigue desconcertando, ha tenido dos versiones esta campaña. La de la Champions League, impecable hasta la fecha, pero en Liga se ha dejado ya demasiados puntos y no logra ganar desde el mes de septiembre. Por tanto quedaba resolver la incógnita de qué equipo podríamos ver hoy ante el Dinamo de Kiev, en la tercera jornada de esta fase de grupos tan atípica, con un Camp Nou vacío de nuevo como escenario.

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Y curiosamente en el primer acto vimos esas dos versiones entrelazadas. Los primeros minutos y los últimos de los catalanes fueron de su cara buena. Comenzaron atacando constantemente a un rival claramente mermado por las numerosas bajas al que pudieron incluso golear. Marcaba Lionel Messi de penalti en el 5', en lo que parecía el preludio de un partido cómodo y de una goleada cantada. Pedri estallaba poco después un remate al larguero y Antoine Griezmann fallaba otra clara ocasión incomprensible. Mientras, Ansu Fati hacía las delicias desde la banda izquierda y los culés apenas sufrían en defensa, con un retornado Marc-André ter Stegen bajo los palos.

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Pero ese recital de jugadas mostró de nuevo que el gol es la gran asignatura de este equipo, y que además sufre mucho todavía en defensa. Precisamente el meta alemán debía emplearse a fondo para evitar el empate de los ucranianos, que tuvieron a mediados del primer acto unos 20 minutos de control, sacudiéndose bien la presión de un confiado FC Barcelona que, viéndose superior al principio, se relajó en exceso. Y aunque al final del primer acto apretaron los azulgranas en busca del segundo gol, el resultado era corto y la imagen mejorable. También a destacar el partido del joven meta visitante, Neshcheret.

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Malos síntomas

Esos indicios quizás contradictorios de la primera parte dieron paso a otros menos equívocos en la segunda. El FC Barcelona no solamente no daba síntomas de mejoría sino que era su portero, Marc-André Ter Stegen, quien lo sostenía. El alemán salvó tres manos a mano claros de los ucranianos, que además vieron cómo se les anulaba un posible gol del empate al poco de iniciarse el segundo acto. Los azulgranas estaban desaparecidos en el centro del campo y de nuevo sin acierto ante el citado Neshcheret, que también sostuvo a los suyos.

Salvó un lanzamiento de falta a Lionel Messi, otra ocasión a Pedri y una más a Ousmane Dembélé. Pero no pudo detener el gol de Gerard Piqué, quien en el 65' remataba cual delantero centro una buena jugada con centro incluido de Ansu Fati. Mientras tanto, Ronald Koeman había hecho cambios, señalando claramente a Antoine Griezmann y Miralem Pjanic por sus discretas actuaciones. Pero en ese tramo los visitantes aprovecharon esa ausencia de medular, un partido roto para anotar por medio de Tsygankov (75'), apretando el resultado.

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Y aunque Dembélé dio dinamismo en ataque, el apagón de Messi en el tramo final, que sigue negado de cara a portería en jugada, y la falta de contundencia del equipo para sostener el partido y el resultado, propició que los culés tuvieran algunos sustos finales. Casi los mismos que ocasiones pero la imagen es sin duda mala ante un rival claramente inferior al que se podía haber infligido una goleada balsámica que cambiara el estado de ánimo.

Al final suman los culés tres puntos pero no logran espantar los fantasmas que persiguen al equipo en este inicio de temporada. El juego ha sido probablemente el peor de la campaña, la defensa sigue preocupando y la falta de gol es un lastre que ya comienza a ser endémico. El Real Betis será el sábado un buen termómetro antes del parón.

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