El necesario lavado de cara que precisa el Bayern Múnich

El Bayern Múnich ha cerrado su participación en la UEFA Champions League con la sensación de que podía haber hecho mucho más en esta eliminatoria. Un amargor que dentro del club debe hallar respuestas a la última etapa que ha ofrecido el equipo bávaro, quien empieza a dar síntomas no solo de falta de ambición, sino que emite la sensación de que el mejor tiempo de muchos de sus componentes ya ha pasado o está cerca de hacerlo, estableciéndose esta como una realidad que empieza a pesar dentro de la plantilla.

Para poner en situación, la alineación que puso en juego Jupp Heynckes en el encuentro de ida de semifinales frente a los blancos tuvo una media de edad de 29'3 años. Allí, la entrada de Arturo Vidal (30) o Manuel Neuer (32) habría ejercido aún mayor peso en una alineación donde dos de los valores jóvenes no estuvieron disponibles para el técnico alemán, siendo estos los casos de Kingsley Coman (21) y David Alaba (25).

La actual composición de la escuadra del Allianz Arena está clamando por futbolistas que renueven las energías. De hecho, se especula con la salida de Robert Lewandowski o Jerome Boateng, aunque estos no son los principales escollos que claman un relevo, enfocando esta situación a veteranos como Franck Ribéry o Arjen Robben, por mucho que el francés fuera el mejor futbolista del Bayern Múnich en el choque de ida.

En este deporte el físico cuenta y mucho, sobre todo a la hora de disponer de jugadores en las mejores condiciones dentro de un apretado calendario para el que necesitas estar preparado siempre al 100% si quieres que tus aspiraciones puedan estar respaldadas por los resultados. No contar con jugadores que puedan ofrecerte todo en cada momento es una merma de las prestaciones del equipo. Y es en este aspecto donde el paso del tiempo está haciendo mella, tanto por juego como por ambición.

Una nueva era

La política de fichajes del club ha empezado a valorar este aspecto desde el pasado verano, donde se completaron los traspasos de valores jóvenes como Niklas Süle (20), Corentin Tolisso (23), James Rodríguez (26), Serge Gnabry (22) o Kingsley Coman (21; en propiedad tras cesión previa), quienes fueron en línea de un relevo generacional que poco a poco se debe implantarse en Múnich, aunque estos no serían suficientes a la hora de tomar el testigo, por lo que falta un impulso más en esta fórmula. Incorporaciones como Sebastian Rudy (28) o Sandro Wagner (30) han aumentando el fondo de armario del club, pero no son una apuesta a años vista. Esto, ha implicado un mayor movimiento desde los despachos que de momento ha significado la contratación a coste cero de Leon Goretzka (23). Una nueva carta de nivel y talento para el centro del campo.

Poco a poco, el Bayern Múnich debe encontrar la forma de reinventarse, de acometer su propio 'plan renove' con el que recuperar el hambre y la fortaleza que les situaba como un coloso sobrecogedor por los campos de Europa, sin la limitación de su territorio doméstico. Junto a Niko Kovač como nuevo técnico, este puede ser el encargado que realizar el cambio de óptica que tanto está reclamando el club bávaro, donde el próximo verano puede jugar un papel privilegiado para acondicionar el futuro de la entidad.