La escuadra catalana ha evidenciado carencias en los últimos partidos, justo ahora que llega el tramo más determinante del curso.
El FC Barcelona ha tenido una semana de relax tras el empate en Bilbao, pero ya no habrá tregua hasta el final de la temporada. Apenas otra semana de asueto antes de la vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones, pero antes de eso llegarán cuatro compromisos de máxima exigencia que se encadenan en apenas dos semanas.
Para comenzar la visita al Olympique de Lyon. Primera etapa en el camino a la final de Madrid y un partido trampa ante un rival que parecía asequible en diciembre pero que es compacto y ya sabe lo que es ganar esta temporada a Manchester City o PSG. Una prueba que no admitirá errores.
Después el cuadro culé visitará dos estadios sumamente complejos en tres partidos. El Sevilla recibirá a los azulgranas en el Sánchez Pizjuán en la Liga, en el penúltimo desplazamiento complicado de los catalanes. El último (sobre el papel) será la semana siguiente en el Santiago Bernabéu, que recibirá dos veces a los culés en apenas tres días.
Porque ante del duelo de Liga, que vista la distancia en la clasificación es casi una final, habrá otra que es la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. Otro partido que no admitirá errores porque será a ida o muerte.
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