Titular ante el Valencia en la primera semifinal de la Supercopa de España, el francés Eduardo Camavinga volvió a ofrecer un rendimiento más bien discreto. Aunque su sustitución en el descanso respondió, en principio, a motivos físicos, el centrocampista certificó que, por ahora, se siente más cómodo cuando salta al campo con el partido ya en marcha.
"Camavinga ha tenido un golpe en la rodilla que le molestaba". Al término del duelo ante el Valencia, el técnico del Real Madrid, el italiano Carlo Ancelotti, justificó de esta forma la sustitución de Eduardo Camavinga en tiempo de descanso. El francés, que había partido como titular, dejó su sitio al croata Luka Modric tras el paso por vestuarios.
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Aunque nadie pone en duda sus molestias físicas, queda claro que el futbolista había acumulado méritos más que sobrados para no comparecer en el segundo acto. El joven centrocampista volvió a acusar el peso de la responsabilidad y ni logró intervenir con acierto en la creación ni se mostró solvente en el trabajo defensivo. De hecho, su tendencia a llegar a tarde a los cruces estuvo muy cerca de costarle la expulsión.
Historia conocida
No es la primera vez que Cama desaprovecha una oportunidad de este calibre. Tal y como recuerda el diario As, el galo ya ha sido sustituido en el descanso en seis de los encuentros en los que ha partido en el once inicial. Además, en cinco de ellos, se ha marchado a la pausa con una amarilla, factor que ha resultado decisivo para que Carletto apostase por el cambio.
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Basta con analizar los choques en los que ha intervenido hasta ahora el ex del Rennes para constatar que se siente mucho más cómodo jugando el papel de suplente. De hecho, casi siempre que entra al campo en las segundas partes, sus actuaciones resultan convincentes. Otra cosa es cuando debe tomar la batuta y dirigir la orquesta. Por el momento, esa labor le queda grande.
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