Lesionados Aurélien Tchouaméni y Eduardo Camavinga para las próximas semanas, el Real Madrid ve como su plantilla en la medular queda diezmada. En ese sentido, Carlo Ancelotti cuenta con la versatilidad de David Alaba, capaz de jugar tanto de mediocentro como pivote.
Alarma en el Real Madrid. El overbooking en la enfermería blanca representa el principal escollo del conjunto merengue para poder luchar abiertamente por todos los títulos este curso. En lo que llevamos de temporada, jugadores troncales de la plantilla como Éder Militão, Thibaut Courtois, Vinícius, Jude Bellingham o Ferland Mendy.
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El último mes ha sido especialmente sangrante para los de Carlo Ancelotti. Aurélien Tchouaméni, Jude Bellingham, Eduardo Camavinga y Vinicius han caído lesionados. De los 4, tan solo Bellingham se espera que vuelva con presteza. Una situación que, sumada a la baja de Arda Güler y a la falta de ritmo de Dani Ceballos deja la medular blanca bajo mínimos. Por si fuera poco, Nico Paz, opción desde el Castilla, también causó baja por lesión.
El momento de David Alaba
En ese sentido, David Alaba (31 años), se presenta como una alternativa real para la medular. El austriaco, que ha sido defensor toda su carrera, también se prodiga en la zona ancha, jugando tanto de pivote como de mediocentro. Una solución de emergencia para Ancelotti, que deberá debilitar la rotación en la zaga para poder tener más piernas en la medular.
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Con Toni Kroos como único representante en el pivote, la entrada de Alaba en la posición ayudará a dosificar al alemán, que se encuentra en los últimos años de carrera. Ancelotti está obligado a tener la precisión de un orfebre en las rotaciones, en aras de conseguir tener una plantilla rodada y con el menor cansancio posible para el tramo vital de la temporada.
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